Cartas al director

La educación

En los últimos días hemos sido testigos de profundos análisis sobre el eventual pinchazo del señor Borrell en el debate del estado de la nación. La morfología de la mandíbula del candidato socialista o algún defecto en la pronunciación de las erres, entre otras razones, han sido invocados por los asesores de imagen para explicar el fenómeno en cuestión. Sin embargo, si el señor Borrell tuviera el don de ver el futuro, habría podido leer, antes del debate, el excelente artículo de Vicenç Navarro España no va tan bien (EL PAÍS, 18 de mayo de 1998), y quizás habría podido darse cuenta de que tení...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

En los últimos días hemos sido testigos de profundos análisis sobre el eventual pinchazo del señor Borrell en el debate del estado de la nación. La morfología de la mandíbula del candidato socialista o algún defecto en la pronunciación de las erres, entre otras razones, han sido invocados por los asesores de imagen para explicar el fenómeno en cuestión. Sin embargo, si el señor Borrell tuviera el don de ver el futuro, habría podido leer, antes del debate, el excelente artículo de Vicenç Navarro España no va tan bien (EL PAÍS, 18 de mayo de 1998), y quizás habría podido darse cuenta de que tenía frente a él el mejor de los discursos para tan importante cita. Lamentablemente, los unos y los otros siguen sin entender lo que es realmente esencial. Habrá que seguir gritándoles (parafraseando a Savater): «¡La educación, estúpido!».-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En