Canciones y consignas

Enfrente del edificio okupado se congregaron unas 200 personas, sin contar con los curiosos que salían del cine o de trabajar y se quedaban a ver qué era ese lío. La policía había cortado la Gran Vía, lo que repercutió en el tráfico de toda la zona, y acordonado la manzana en donde se asienta el antiguo hotel Avenida, en el número 34, ayer convertido en cuartel general de la protesta.Los compañeros de los que estaban dentro aguantaron sin moverse los chaparrones que, intermitentemente, descargaba el cielo. Animaban con gritos y lanzaban consignas antipoliciales; también les llevaron comida. Un...

Enfrente del edificio okupado se congregaron unas 200 personas, sin contar con los curiosos que salían del cine o de trabajar y se quedaban a ver qué era ese lío. La policía había cortado la Gran Vía, lo que repercutió en el tráfico de toda la zona, y acordonado la manzana en donde se asienta el antiguo hotel Avenida, en el número 34, ayer convertido en cuartel general de la protesta.Los compañeros de los que estaban dentro aguantaron sin moverse los chaparrones que, intermitentemente, descargaba el cielo. Animaban con gritos y lanzaban consignas antipoliciales; también les llevaron comida. Una mujer de unos 50 años repartía chubasqueros en la calle cada vez que la lluvia arreciaba. En la fachada del edificio figuraba el cartel de la empresa propietaria: "Próxima apertura del hotel Tryp". De cuatro estrellas. Los okupas colocaron otras pancartas al lado: "Centro social". "Pedimos todo y el resto lo tomaremos".

Entre los manifestantes que aguardaban en la calle, hubo un grupo que improvisó una canción de aliento, que quienes se encontraban dentro oyeron por la ventana. Con la música de ¡Ay Carmela! se barajaron varias letras hasta que salió ésta: "Los ricos se están forrando / con tanta casa vacía / y nosotros okupamos / ¡Ay Carmela! la Gran Vía".