Soledad Becerril llama «pandilla de ignorantes» a la Junta andaluza

La habitual moderación de la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril (del PP), se quebró ayer cuando se pronunció sobre el desastre de las minas de Aznalcóllar. Becerril, en su intervención en una convención del PP andaluz, sostuvo que los consejeros andaluces «son una pandilla de ignorantes» que no han sido capaces de hacer frente al problema que se les ha planteado con la rotura de la balsa con residuos tóxicos. Estas palabras de la alcaldesa sevillana provocaron el alborozo de los dirigentes populares andaluces, que saludaron con una cerrada ovación la dureza dialéctica de Becerril.La inicia...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La habitual moderación de la alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril (del PP), se quebró ayer cuando se pronunció sobre el desastre de las minas de Aznalcóllar. Becerril, en su intervención en una convención del PP andaluz, sostuvo que los consejeros andaluces «son una pandilla de ignorantes» que no han sido capaces de hacer frente al problema que se les ha planteado con la rotura de la balsa con residuos tóxicos. Estas palabras de la alcaldesa sevillana provocaron el alborozo de los dirigentes populares andaluces, que saludaron con una cerrada ovación la dureza dialéctica de Becerril.La inicial descoordinación entre la administración central y la autonómica y el cruce de acusaciones sobre responsabilidades en Aznalcóllar había quedado aplacado en los últimos días, pero Becerril lo reabrió ayer con una crispación inusitada. Así, la alcaldesa sevillana recordó la lucha de Andalucía para conseguir ser una comunidad de primera -las del artículo 151 de la Constitución- y lo relacionó con lo que, a su juicio, ha sido una actitud incorrecta del Gobierno andaluz, presidido por el socialista Manuel Chaves.

«La Junta, en vez de decir ésta es mi responsabilidad, en vez de tener autonomía para enfrentarse a los problemas, sólo se dedica a dar patadas en las espinillas y a reivindicar», dijo Becerril. Posteriormente, cargó cualquier responsabilidad en el Gobierno andaluz: «Si la solución está en Madrid, habríamos hecho otro camino desde 1978». Sus palabras fueron celebradas por los dirigentes del PP, entre los que se encontraban el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, y el ministro de Trabajo, Javier Arenas.

Sobre la firma

Archivado En