El cronista de Xàtiva edita un libro con toda la historia del castillo
La aparición del libro El Castell de Xàtiva, obra de Agustí Ventura Conejero, catedrático de instituto y cronista oficial de la ciudad desde 1979, viene a cubrir un importante hueco historiográfico glosando la historia de un monumento que, según el autor, "es la propia historia de la ciudad". El libro, editado por Mateu Impresores en colaboración con el Ayuntamiento, la Diputación de Valencia y la Associació d"Amics de La Costera, aparece después de cuatro años de trabajo en el Archivo de la Corona de Aragón, en los propios archivos de Xàtiva y en la abundante bibliografía de la ciudad en la q...
La aparición del libro El Castell de Xàtiva, obra de Agustí Ventura Conejero, catedrático de instituto y cronista oficial de la ciudad desde 1979, viene a cubrir un importante hueco historiográfico glosando la historia de un monumento que, según el autor, "es la propia historia de la ciudad". El libro, editado por Mateu Impresores en colaboración con el Ayuntamiento, la Diputación de Valencia y la Associació d"Amics de La Costera, aparece después de cuatro años de trabajo en el Archivo de la Corona de Aragón, en los propios archivos de Xàtiva y en la abundante bibliografía de la ciudad en la que abundan las alusiones a la fortaleza. Contar la historia del castillo de Xàtiva, un monumento emblemático cuyos orígenes se pierden en la época ibérica, da para mucho. Sin embargo, la crónica de esta gran fortaleza de 600 metros de largo, testigo de importantes acontecimientos y transformaciones en la ciudad y por extensión en todo el País Valenciano, había quedado reducida hasta ahora a aspectos parciales y a una aportación, datada en 1992, del historiador Carlos Sarthou, con el libro El castillo de Játiva y sus históricos prisioneros. El nuevo volumen dedica la mitad de sus 300 páginas, acompañadas de abundante material gráfico y de un plano ilustrativo, a relatar la historia del castillo desde sus orígenes hasta la compra del monumento por parte del empresario setabense Gregorio Molina, quien lo adquirió tras la guerra civil para convertirlo en residencia privada. El castillo vivió la dominación musulmana y la conquista cristiana, los terremotos de 1748 y 1755, la guerra de Sucesión y la quema de la ciudad o las guerras carlistas.