Borís, el internauta

Yeltsin navegó ayer con soltura por Internet en su primera entrevista abierta en la red de redes. Aunque podía elegir qué preguntas contestar (hubo más de 4.000 y 20 intentos piratas para simular las respuestas), se mostró en plena forma. Irónico, como cuando contestó a un comunicante de Caracas: «Antes pensaba sobre Gorbachov. Ahora ya no pienso en él en absoluto». Familiar, como en su respuesta a Elisabeth, de Irlanda: «Las mujeres de mi familia siempre me están cuidando». Machista, como al asegurar a Joecurious: «Nuestra sociedad no está preparada para una mujer presidente, ni para mi hija ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Yeltsin navegó ayer con soltura por Internet en su primera entrevista abierta en la red de redes. Aunque podía elegir qué preguntas contestar (hubo más de 4.000 y 20 intentos piratas para simular las respuestas), se mostró en plena forma. Irónico, como cuando contestó a un comunicante de Caracas: «Antes pensaba sobre Gorbachov. Ahora ya no pienso en él en absoluto». Familiar, como en su respuesta a Elisabeth, de Irlanda: «Las mujeres de mi familia siempre me están cuidando». Machista, como al asegurar a Joecurious: «Nuestra sociedad no está preparada para una mujer presidente, ni para mi hija Tatiana ni para ninguna otra». O antitabaquista, como cuando declaró a Robert, de Holanda: «Nunca he fumado, y no puedo soportar que alguien lo haga cerca de mí». Pero dejó sin respuesta a un tal James, de Moscú, que le inquirió: «¿Por qué ha decidido cambiar la vodka por el vino?».Cuando se mostró más rotundo fue al referirse a su estado de salud, que ha tenido (y tiene) en vilo a medio mundo. De hacer caso al Yeltsin internauta, éste se encuentra fuerte como un toro, pese a los cinco puentes que lleva en el corazón y a las especulaciones de que padece arteriosclerosis cerebral e incluso demencia senil. Incluso desafió a un comunicante: «Vamos a competir deportivamente, a ver quién está mejor».

Más información

Según él, ayer se levantó a las cuatro de la mañana, trabajó hasta el momento de la entrevista (nueve horas y media más tarde) y aún le esperaba una larga jornada por delante. «Y eso no afecta», remachó, «ni a mi apariencia ni a mi energía». Pero también ayer su caravana atravesó a toda velocidad la avenida de Kutuzovski, frente a la oficina de EL PAÍS, con su habitual ambulancia azul, dotada de un completo equipo médico.

Lo cierto es que Yeltsin parece ahora en buena forma, aunque, como él mismo dijo ayer por la red: «No sabemos lo que va a ocurrir en nuestras vidas, pero ahora estoy bien. En el futuro, no sé. En cuanto a la presidencia, todavía quedan dos años para el 2000. Ya veremos». Una afirmación sorprendente en quien ha repetido hasta la saciedad que no piensa ser candidato a un tercer mandato.

La transcripción completa de la entrevista se puede leer en estas dos direcciones:

www.msnbc.com/bbs/transcripts.asp (inglés) y www.gov.ru (en ruso). Hay algunas diferencias entre ambas.

Archivado En