Tribuna:EL FUTURO DEL HOSPITAL PUERTA DE HIERRO

La destrucción de la clínica: disparate, despilfarro y desgracia

Hace diez años, en 1987, se planeó un hecho desgraciado: el cierre de la clínica de La Concepción. También se disimulaba, como ahora, hablando de su traslado a Alcalá. Unos políticos irresponsables pusieron en ello mucho empeño. También se alzaron en contra muchas voces. Entre ellas la mía, pidiendo un "milagro", que afortunadamente ocurrió.La decidida gestión del doctor Rábago y la comprensión del ministro de la época Julián García Vargas hicieron el milagro: La Concepción ni se cerró ni se trasladó. Parece mentira, pero hoy, diez años más tarde, se pretende hacer algo parecido con la clínica...

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Hace diez años, en 1987, se planeó un hecho desgraciado: el cierre de la clínica de La Concepción. También se disimulaba, como ahora, hablando de su traslado a Alcalá. Unos políticos irresponsables pusieron en ello mucho empeño. También se alzaron en contra muchas voces. Entre ellas la mía, pidiendo un "milagro", que afortunadamente ocurrió.La decidida gestión del doctor Rábago y la comprensión del ministro de la época Julián García Vargas hicieron el milagro: La Concepción ni se cerró ni se trasladó. Parece mentira, pero hoy, diez años más tarde, se pretende hacer algo parecido con la clínica Puerta de Hierro.

Este hospital fue creado en 1964, siendo ministro Romeo Gorría y delegado general Guerra Zunzunegui, que comprendieron la necesidad de transformar las viejas residencias sanitarias, verdaderos hoteles con quirófanos y poco más, y crear un verdadero hospital con funciones asistenciales, docentes y de investigación. Iba a servir como centro piloto para la transformación del sistema sanitario del Seguro de Enfermedad. Un proyecto innovador e ilusionante.

Toda la plantilla, a plena dedicación, se entregó con entusiasmo y esfuerzo a la obra, y en poco tiempo la clínica adquirió eficacia y prestigio.

Su organización como hospital moderno y con su sistema de médicos internos y residentes sirvió de estímulo para otros centros sanitarios de la Seguridad, lo que dio lugar, en los años subsiguientes, a una transformación impresionante de nuestra red hospitalaria, que alcanzó un alto nivel. La clínica mantuvo su rango científico inicial, y ha sido capaz de seguir manteniendo su prestigio, incorporando con rapidez las más modernas tecnologías.

Pues bien, a pesar de estos antecedentes, parece que hay un grupo de políticos poco responsables que pretende hacer con la clínica lo mismo que se intentó hace años con La Concepción.

También ahora, como entonces, pretenden disimular el estropicio hablando de su "traslado" a Majadahonda. No ven, o no quieren ver, que el cambio de ubicación, de ambiente, de estructura y de zona de influencia supondría, de hecho, su destrucción. Quedaría el nombre y poco más.

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El proyecto se ha presentado formando parte de una alternativa que a mí me parece poco racional: al parecer, podría disponerse de unos 10.000 millones que se emplearían bien en la remodelación de la clínica actual, según un grandilocuente "plan director", o en hacer un nuevo hospital en Majadahonda al que se trasladarían todos los efectivos de la actual clínica Puerta de Hierro, cerrando ésta. Conozco muy poco de este proyecto, del que, según se dice, su diseño ya ha costado a la Administración 180 millones. Su desarrollo alcanzaría los 10.000 millones. Transformaría sustancialmente su aspecto, modernizando sus instalaciones y trasladando a nuevas estructuras parte de sus servicios. En cambio, ampliaría muy poco el número de camas.

Yo no creo que el hospital necesite una "fachada acristalada", ni dos "cilindros de distribución" (¿también de cristal, como el Museo Reina Sofía?), con el enorme coste de estas fantasías, tan innecesarias como caras.

Tampoco creo que sea necesario poner el hospital "patas arriba", trasladando quirófanos, unidades de cuidados intensivos y algunos servicios centrales a un edificio de nueva construcción o "bloque técnico".

No sé si han pensado que el traslado y reinstalación de equipos técnicos supone, en muchos casos, la pérdida de los mismos. Lo sé por experiencia. Todo eso es carísimo e innecesario.

Es cierto que la clínica necesita una profunda renovación. No se debe olvidar que durante muchos años se negó a la dirección el dinero anual que se precisaba para su mantenimiento.

Pero no creo que sea necesario ese fantástico "plan director". A mi modesto entender, lo que el hospital necesita con urgencia sería:

1.Fondos suficientes para su conservación. En los últimos años se han hecho algunas reformas estructurales, muy adecuadas, pero hay que hacer muchas más que llevan años esperando.

2.Renovar bastantes de sus equipos técnicos. Algunos no se han cambiado desde su inauguración, hace más de treinta años.

3.Mejorar sus comunicaciones interiores y exteriores.

4.Un estacionamiento suficiente. Siendo yo director y el señor Valenciano jefe del Insalud, obtuvimos un crédito para hacer uno subterráneo, de varias plantas, en el solar del actual. Un cambio político nos anuló el crédito.

5.Casi no precisa una ampliación de superficie ni de camas. Bastaría que se le liberara de la zona de urgencias, que nos impusieron contra nuestra voluntad y en contra de nuestro reglamento inicial, pues perturbaba su función como hospital de referencia, para lo que fue creado. Es absurdo y antieconómico ocupar con urgencias generales un centro de alta tecnología. Pero, a la sazón, los celos, las envidias y la incomprensión pudieron más que el sentido común.

Creo que todo esto puede hacerse con mucho menos de 10.000 millones. El traslado a Majadahonda, aparte de que, como ya he señalado, significa la destrucción de la clínica como tal, su cierre supondría la pérdida de un hospital todavía muy útil y que sirve a una zona importante de Madrid. Además, las estadísticas muestran que, a pesar de las restricciones impuestas, sigue siendo por la calidad de algunos de sus servicios un centro de referencia. El 40% de sus enfermos son de fuera de Madrid.

Hay muchas razones para hacer un nuevo hospital en Majadahonda sin trasladar-cerrar la clínica:

1.El Área 6 ha crecido enormemente (20% más de población en poco tiempo) y es muy amplia: Boadilla, Aravaca, Majadahonda, Pozuelo y parte de Moncloa. Unos 500.000 habitantes.

2.Es ilusorio pensar que la nueva sede estaría utilizable antes de diez años. Durante este tiempo, el deterioro del edificio y de sus instalaciones sería importante. Es penoso gastar dinero en algo que se va a abandonar.

La desilusión y el desánimo de su personal sería también muy perjudicial.

Yo espero un nuevo milagro: que los responsables recapaciten y que el señor ministro actúe hoy, como en su día lo hizo el señor García Vargas, frenando algunos de los delirios de la pretendida remodelación y evitando el traslado-destrucción de un hospital que, aunque un poco deteriorado por el abandono de los últimos tiempos, sigue cumpliendo una importante misión gracias a la ilusión todavía milagrosamente mantenida por la mayoría de su personal.

Diego Figuera Aymerich es catedrático de Patología Quirúrgica.

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