Los quioscos siguen en obras

Sólo seis de los 12 quioscos de bebida, el Retiro podrán sevir refrescos con los calores del verano. El resto seguirá en obras. El retraso en a reapertura de estos tradicionales establecimientos madrileños, prevista para julio del año pasado, se debe a que el Ayuntamiento, su propietario, no contaba cuando comenzó las obras con el necesario permiso de la Comunidad en este parque histórico. Ante esta carencia, la Dirección General de Patrimonio paralizó los trabajos. El Ayuntamiento derribó en mayo de 1997 los 12 quioscos existentes hasta el momento porque no contaban con servicios públicos...

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Sólo seis de los 12 quioscos de bebida, el Retiro podrán sevir refrescos con los calores del verano. El resto seguirá en obras. El retraso en a reapertura de estos tradicionales establecimientos madrileños, prevista para julio del año pasado, se debe a que el Ayuntamiento, su propietario, no contaba cuando comenzó las obras con el necesario permiso de la Comunidad en este parque histórico. Ante esta carencia, la Dirección General de Patrimonio paralizó los trabajos. El Ayuntamiento derribó en mayo de 1997 los 12 quioscos existentes hasta el momento porque no contaban con servicios públicos y carecian de una estética homogénea. El conistorio decidió entonces levantar otros nuevos.

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Pero la paralizaón de la construcón de los nuevos quioscos puso a los adjudicatarios de los establecimientos (emresarios privados que los han alquilado al Ayuntamiento por un plazo de 10 años)entre la espada y la pared. Pidieron permiso al Ayuntamientamiemto para instalar cuatro carpas. Se les concedió. Dos de ellas estan situadas junto al estanque, otra en la zona de la Rosaleda la cuarta, en el paseo de Coches.

En octubre de 1997, y después de algunas modificaciones en los ornamentos de los quioscos, la Dirección General de Patrimonio dio su visto bueno definitivo para el inicio de los trabajos.

Los nuevos recintos costarán unos 15 millones de pesetas y dispondrán, además de servicios, de una zona acristalada para tomar bebidas en invierno. De hecho, el Ayuntamiento obligará a los concesionarios a abrir 11 meses al año y no seis como ahora.

Los adjudicatarios se encuentran muy molestos por el "calvario" que están pasando. "A causa de las obras, ya hemos perdido dos temporadas", subrayan. "Con las carpas no se gana dinero. Tenemos que servir todo en vasos de plástico, porque no tenemos agua corriente para fregar. Además, hemos debido contratar vigilancia privada para que nos guarde los quioscos por la noche", dicen.

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Más: "El Ayuntamiento nos ha hecho pagar todas las obras. Las mejoras que nos han obligado a efectuar ha hecho que los costes se eleven muchísimo [entre un 30% y un 50%]. Lo peor es que los quioscos pertenecen al Ayuntamiento, ya que nosotros sólo somos concesionarios por diez años".

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