La Guardia Civil decomisa el mayor alijo de 'éxtasis' incautado en Madrid

La Guardia Civil se incautó el pasado sábado en Madrid de 38.500 pastillas de éxtasis, el mayor alijo de esta droga de diseño requisado en la región. Las pastillas, ocultas en dos viviendas, procedían de una fábrica clandestina de Holanda y habían llegado a España, en diferentes remesas, por medio de paquetes postales enviados por avión. El destino de la droga eran discotecas y locales de ocio en Madrid y Málaga. En la operación policial, que ayer seguía abierta, fueron detenidos seis jóvenes.

Las primeras investigaciones del Servicio Fiscal de la Guardia Civil, coordinadas por el Juzga...

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La Guardia Civil se incautó el pasado sábado en Madrid de 38.500 pastillas de éxtasis, el mayor alijo de esta droga de diseño requisado en la región. Las pastillas, ocultas en dos viviendas, procedían de una fábrica clandestina de Holanda y habían llegado a España, en diferentes remesas, por medio de paquetes postales enviados por avión. El destino de la droga eran discotecas y locales de ocio en Madrid y Málaga. En la operación policial, que ayer seguía abierta, fueron detenidos seis jóvenes.

Las primeras investigaciones del Servicio Fiscal de la Guardia Civil, coordinadas por el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, se iniciaron a principios de septiembre pasado, cuando los agentes advirtieron un espectacular incremento en la oferta de estas pastillas en los circuitos de venta madrileños. Este descubrimiento vino acompañado de ciertas informaciones confidenciales que hablaban del desembarco en la capital de una nueva red de distribución de estas drogas.Las pesquisas determinaron que las pastillas procedían de Holanda, un país cuyos laboratorios, siempre según fuentes policiales, producen la mayor parte de las drogas de diseño que entran en España. El método empleado para introducir el éxtasis, una droga cuyo consumo ha causado varias muertes en el Reino Unido, era bien sencillo. Desde Holanda se enviaba por vía aérea en paquetes postales. Este sistema, unido a la propia composición de la droga, dificultaba su detección con los métodos clásicos de aduanas (perros o rayos X). Una vez con el éxtasis en Madrid, una parte de la banda (la que ahora ha sido detenida) se dedicaba supuestamente a su distribución.

Célula operativa

Esta célula operativa, que también recibía hachís de Marruecos, tenía a su disposición dos pisos en la capital. Las viviendas, cuya dirección no facilitó ayer la Guardia Civil por no estar aún cerrada la operación, estaban situadas junto a la M-30, en barrios populares. Desde allí, los integrantes repartían supuestamente la droga a un grupo de camellos que la introducían en discotecas y locales de ocio, principalmente de Madrid y Málaga.El pasado sábado, la Guardia Civil, al tener constancia de que la banda había recibido un envío masivo, decidió intervenir. Acompañada de un representante judicial, echó abajo la puerta de una de las viviendas y sorprendió a seis sospechosos (los detenidos, todos españoles y con edades comprendidas entre los 20 y 30 años, niegan las imputaciones).

Las 38.500 pastillas decomisadas constituyen una cantidad superior a toda la aprehendida en 1997 por la Guardia Civil en España (30.000 pastillas) y suficiente para abastecer durante un mes el mercado madrileño. Este alijo, según la Guardia Civil, es el mayor requisado en la región, aunque no en España (en 1995 fueron decomisadas 150.000 pastillas en Albacete). En la operación también fueron descubiertos 41 kilos de hachís de Marruecos, una pistola de aire comprimido, tres coches y una cartera con el escudo de la Guardia Civil.

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