Jospin asegura que la mayoría de las grabaciones eran secretas

Los servicios secretos del Estado son un núcleo demasiado duro, un terreno demasiado vidrioso, incluso para el primer ministro y líder de la izquierda plural francesa, Lionel Jospin. El juez Jean-Paul Valat, que investiga infructuosamente desde hace seis años las escuchas telefónicas efectuadas a periodistas, abogados y gentes del espectáculo por la denominada célula del Elíseo, tendrá que esperar mucho más para llegar a penetrar en ese ámbito blindado con el secreto de Estado.Ahora que dirige el Gobierno, Lionel Jospin se muestra mucho más prudente ante el espinoso terreno del e...

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Los servicios secretos del Estado son un núcleo demasiado duro, un terreno demasiado vidrioso, incluso para el primer ministro y líder de la izquierda plural francesa, Lionel Jospin. El juez Jean-Paul Valat, que investiga infructuosamente desde hace seis años las escuchas telefónicas efectuadas a periodistas, abogados y gentes del espectáculo por la denominada célula del Elíseo, tendrá que esperar mucho más para llegar a penetrar en ese ámbito blindado con el secreto de Estado.Ahora que dirige el Gobierno, Lionel Jospin se muestra mucho más prudente ante el espinoso terreno del espionaje estatal. No puede decirse que haya suscrito con los hechos sus palabras del 6 de abril de 1997, cuando exigió enérgicamente a su antecesor, Alain Juppé, que levantara el secreto de defensa en el escandaloso caso de las escuchas telefónicas ordenadas presuntamente por el desaparecido presidente François Mitterrand. "Hay que acabar con este secreto monárquico en nuestro país, sea quien sea el presidente afectado. Introduzcamos por fin la transparencia en nuestra democracia", clamó ese día el entonces líder de la oposición.

Cierto también, que la respuesta del hoy primer ministro es distinta a la negativa rotunda con la que sus predecesores, primero Édouard Balladur, después Alain Juppé, contestaron sucesivamente a la demanda del desamparado juez instructor. En su respuesta, dada a conocer ayer por Matignon, Jospin levanta únicamente el secreto que pesaba sobre la investigación emprendida por la Comisión Nacional de Control de Escuchas por motivos de Seguridad (CNCIS); cuyos resultados fueron publicados tiempo atrás. El resto de las cuestiones por las que se interesa el juez, los cientos de escuchas presuntamente ilegales, serán estudiados previamente, caso por caso, y sometidos a "verificaciones y controles" a cargo de la CNCIS.

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