La Comisión Europea denuncia a ocho países de la UE por sus acuerdos aéreos unilaterales con Washington

La Comisión Europea acordó ayer reactivar el proceso abierto en su día contra ocho Estados miembros de la UE por los acuerdos alcanzados de forma bilateral con Estados Unidos en materia de transporte aéreo. El proceso se inició ya en 1995, pero fue suspendido en julio de 1996 al comprometerse el Consejo de Ministros a conceder a Bruselas un mandato para negociar con Washingtoh un acuerdo global de cielos abiertos que resultara beneficioso para todos los socios de la Unión Europea.

Bruselas entiende que ese mandato no sólo no ha sido aún aprobado sino que no hay perspectivas p...

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La Comisión Europea acordó ayer reactivar el proceso abierto en su día contra ocho Estados miembros de la UE por los acuerdos alcanzados de forma bilateral con Estados Unidos en materia de transporte aéreo. El proceso se inició ya en 1995, pero fue suspendido en julio de 1996 al comprometerse el Consejo de Ministros a conceder a Bruselas un mandato para negociar con Washingtoh un acuerdo global de cielos abiertos que resultara beneficioso para todos los socios de la Unión Europea.

Bruselas entiende que ese mandato no sólo no ha sido aún aprobado sino que no hay perspectivas para que reciba luz verde a corto plazo, por lo que ayer acordó reactivar la denuncia enviando una carta de emplazamiento a Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Luxemburgo, Reino Unido y Suecia, los ocho socios que han suscrito acuerdos bilaterales con Estados Unidos en esa materia. Estos países tienen dos meses para justificar los acuerdos. A la luz de esas explicaciones, Bruselas decidirá si archiva la denuncia o si la eleva al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.

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El comisario de Transportes, el británico Neil Kinnock, sostiene que los acuerdos firmados con compañías estadounidenses son discriminatorios porque crean una situación de, desequilibrio en el interior de la Unión Europea, al abrir los mercados nacionales a las principales compañías aéreas estadounidenses, mientras que éstas no se benefician de forma recíproca de la posibilidad de competir en el mercado norteamericano. A su juicio, esos acuerdos no sólo crean distorsiones de competencia entre compañías aéreas sino también entre aeropuertos.

Algunos países han mostrado ya su desacuerdo con la iniciativa de la Comisión. El Gobierno británico señaló, a través de un portavoz del Ministerio de Transportes, que a su juicio los acuerdos bilaterales con Estados Unidos son compatibles con la normativa comunitaria.

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