El PP ataca en su segundo aniversario al PSOE por "enzarzarse en una carrera del disparate"
El balance que el PP realizó ayer de los dos primeros años tras su victoria electoral fue otro bálsamo para el Gobierno y una excusa para deslegitimar el estilo de oposición del PSOE. Los dirigentes que efectuaron ese análisis fueron previsiblemente optimistas sobre su labor, que catalogan de "histórica", y no ahorraron adjetivos contra los socialistas, cuya estrategia descalificaron por "catastrofista", "desorientada", "sin rigor" y "enzarzada en una carrera del disparate". El presidente, José María Aznar, fue así de explícito: "Cuando se está desacertado, se va a por uvas".
José M...
El balance que el PP realizó ayer de los dos primeros años tras su victoria electoral fue otro bálsamo para el Gobierno y una excusa para deslegitimar el estilo de oposición del PSOE. Los dirigentes que efectuaron ese análisis fueron previsiblemente optimistas sobre su labor, que catalogan de "histórica", y no ahorraron adjetivos contra los socialistas, cuya estrategia descalificaron por "catastrofista", "desorientada", "sin rigor" y "enzarzada en una carrera del disparate". El presidente, José María Aznar, fue así de explícito: "Cuando se está desacertado, se va a por uvas".
José María Aznar citó en la sede central del PP a la comisión permanente de su partido, a la que agregó como invitados a los alcaldes de las principales ciudades, para celebrar la conmemoración "trabajando en un acto interno". No hubo mítines como el año pasado, ni festejos. Esta sesión extraordinaria de la cúpula del PP, precedida de un encuentro informativo en La Moncloa, abordó asuntos tan concretos como la situación paralizada del Pacto Local y la coordinación entre las administraciones ahora que se negocia el último paquete de traspasos a las autonomías.La reunión resultó tan anodina y rutinana que permitió resaltar, a su término, aspectos externos a la plácida vida que cree llevar el PP en el Gobierno. El PP se enfangó, por tanto, en castigar al adversario. Además, las recientes palabras de la consejera socialista andaluza Carmen Hermosín, asegurando que, si pudiera, el PP fusilaría a los socialistas, han soliviantado aún más sus ánimos.
En ese contexto, cuando ayer se le preguntó al coordinador general, Angel Acebes, por la frase de Joaquín Almunia en México, en la que el líder del PSOE comentaba los resultados del Gobierno como "injustos" y su percepción en los ciudadanos como "regular, mala o muy mala", el dirigente popular disparó con toda la artillería que encontró. Acebes aprovechó para hacer su balance de la oposición en estos dos años: "Catastrofista, desorientada, sin alternativas y sin presentar ningún rigor".
Acebes recordó la frase de Hermosín para subrayar que el PSOE, "en las últimas semanas, se ha enzarzado en una carrera del disparate en la que llevan la delantera [José] Borrell y [Carmen] Hermosín". Así, opinó que aún no se sabe quién llegará a esa meta primero. El nombre de Borrell lo sacó a colación de un consejo que el ex ministro socialista dio a la Conferencia Episcopal cuando este organismo defendió la rentabilidad de la COPE. Borrell les recomendó montar prostíbulos.
El coordinador lamentó el momento tan grave del PSOE y afirmó: "En la estrategia estéril e inútil del disparate por el disparate y la burrada más grande no nos van a encontrar". En cualquier caso, Aznar reiteró ayer que pretende contar con la colaboración del PSOE para renovar el Tribunal Constitucional.
Tanto Aznar como otros dirigentes del PP valoraron en su balance la "estabilidad" del Gobierno con sus socios nacionalistas y recuperaron el espíritu de su programa electoral para subrayar su política de "centro". Aznar, al parecer, quiso ser muy convincente al remarcar su lema: "Los compromisos son para cumplirlos".
Esa referencia constante al programa, que el vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, considera satisfecho casi al 80%, les sirve a los dirigentes del PP para presumir de los logros económicos. Aznar, por ejemplo, destacó los datos de creación de empleo en febrero y de afiliación récord a la Seguridad Social.
En ese marco de alusiones al programa, Aznar proclamó "la necesaria solidaridad en la exigencia ética" a ellos mismos. Esta enigmática frase la interpretó Acebes como un recordatorio "a todos los cargos de responsabilidad" del partido para extremar el cuidado con los dineros públicos.
Los periodistas, a continuación, preguntaron si se había producido alguna autocrítica o intervención sobre el escándalo desatado en la Diputación de Guadalajara con la investigación abierta por la Fiscalía General del Estado al senador Francisco Tomey, presidente provincial del partido. Tomey no pertenece a la comisión permanente del PP, por lo que ayer no acudió a Génova, 13. Acebes contestó que nadie había hablado de ese asunto y negó que la declaración de Aznar tuviese una trascendencia precisa.
El presidente del Gobierno finalizó su intervención ante la cúpula del PP con su conocido deseo de culminar la legislatura en el año 2000 y con el actual gabinete. Aznar llegó a ironizar, incluso, con que se "teme" que no le dejarán ampliar por más tiempo la actual legislatura.
Con los periodistas, en La Moncloa y por la mañana, también bromeó sobre su objetivo de permanecer como candidato sólo ocho años y, a ser posible, en dos legislaturas completas: "No sé si necesitaría un pequeño complemento, una pequeña adición".