Cartas al director

Israel

No le discutiré al señor embajador cómo la prensa española, y en concreto el diario EL PAÍS, trata la situación de los palestinos en su país. Pero lo que sí puedo decirle, por lo que viví personalmente durante el verano de 1996, es la total discriminación social y económica a la que los palestinos son sometidos por el Gobierno de Israel. Basta el ejemplo de Jerusalén (que, por cierto, es y será internacional por mucho que ustedes y los ultraconservadores y ultraortodoxos que les apoyan en el Gobierno quieran convertirla en su capital). Sólo hace falta echar un vistazo a la parte este y com...

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No le discutiré al señor embajador cómo la prensa española, y en concreto el diario EL PAÍS, trata la situación de los palestinos en su país. Pero lo que sí puedo decirle, por lo que viví personalmente durante el verano de 1996, es la total discriminación social y económica a la que los palestinos son sometidos por el Gobierno de Israel. Basta el ejemplo de Jerusalén (que, por cierto, es y será internacional por mucho que ustedes y los ultraconservadores y ultraortodoxos que les apoyan en el Gobierno quieran convertirla en su capital). Sólo hace falta echar un vistazo a la parte este y compararla con Ben Yehuda y zonas adyacentes. Ustedes monopolizan el turismo y el comercio mediante las inversio-Pasa a la página siguiente

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nes en infraestructuras (alumbrado de calles, limpieza, etcétera) y dan manga ancha a las ocupaciones y compras dudosas de casas de palestinos en la ciudad vieja, generalmente para convertirlas en centros de estudio o viviendas para ultraortodoxos.

Con mi más sentido respeto y admiración por el pueblo judío en general, y el israelí en particular, déjeme decirle, señor Gol, que, por favor, no busque al enemigo fuera.... el enemigo está dentro (véase el caso Rabin).

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