Shell construirá una planta petrolífera en China por valor de 700.000 millones

La compañía anglo-holandesa Shell va a realizar la mayor inversión que una empresa extranjera ha hecho en la República Popular China. Según ha publicado el diario holandés De Volkskrant, el próximo martes Shell firmará un acuerdo con el primer ministro chino Li Peng para construir un complejo petroquímico al sur del país que costará 9.000 millones de florines (cerca de 700.000 millones de pesetas). La inversión se realizará en una empresa conjunta con tres compañías del país.Shell participará en un 50% en la unión con China Merchants (un departamento del Ministerio de Comunicación),...

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La compañía anglo-holandesa Shell va a realizar la mayor inversión que una empresa extranjera ha hecho en la República Popular China. Según ha publicado el diario holandés De Volkskrant, el próximo martes Shell firmará un acuerdo con el primer ministro chino Li Peng para construir un complejo petroquímico al sur del país que costará 9.000 millones de florines (cerca de 700.000 millones de pesetas). La inversión se realizará en una empresa conjunta con tres compañías del país.Shell participará en un 50% en la unión con China Merchants (un departamento del Ministerio de Comunicación), la provincia Guang Dong, donde se realizará el proyecto y la Empresa Nacional de Petróleos. Las obras de la fábrica, que producirá en su mayoría para el mercado nacional, deberán estar finalizadas el año 2003. Llegar a un acuerdo con el Gobierno chino no ha sido tarea fácil. Las negociaciones de la petrolera para realizar la inversión en la localidad de Huizhou, situada cerca de Hong Kong, comenzaron hace casi 10 años.

Ya en 1989 se firmó una declaración de intenciones para realizar una inversión de unos 12.000 millones de florines (900.000 millones de pesetas) que no llegó a materializarse por los acontecimientos de la plaza de Tiannamen. Desde entonces, las conversaciones permanecieron estancadas por las tirantes relaciones entre ambos gobiernos y no se retomaron hasta el pasado año después de que se normalizaran las relaciones diplomáticas. Las conversaciones entre los titulares de la cartera de Exteriores de los dos países en Nueva York dejaron el campo abonado para una comisión de representantes del mundo empresarial holandés, que encabezada por el ministro de Economía, Hans Wijers, realizó una productiva visita el mes de febrero de 1997.

Con todo, para conseguir el permiso, Shell tuvo que retirar de sus planes la propuesta de construir una refinería por valor de unos 3.000 millones de florines (225.000 millones de pesetas). El Gobierno chino no lo aceptó. Las nuevas instalaciones se centrarán, por el momento, en la fabricación anual de unas 800.000 toneladas de etileno y otros productos como propileno.

Aunque un portavoz de Shell ha declarado a EL PAÍS que la confirmación oficial del Gobierno chino no había llegado, reconoció "haber recibido señales positivas". Sí ha habido confirmación del servicio de información gubernamental, que ha asegurado que se están realizando los preparativos para la firma.

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