La vía más importante

La arteria aorta nace en la base del ventrículo izquierdo del corazón. Es el tronco de donde salen el resto de las arterias por las que la sangre oxigenada nutre a todos los órganos y tejidos del cuerpo humano. Según sus dos grandes localizaciones -tórax y abdomen-, toma los nombres de torácica y abdominal.Una de las lesiones más graves y también más característica de la aorta -que es la arteria mayor y más importante del sistema circulatorio- es el aneurisma, que consiste en una dilatación localizada de este gran vaso sanguíneo. Según José Antonio Jiménéz Cossío, jefe del servicio de Ciru...

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La arteria aorta nace en la base del ventrículo izquierdo del corazón. Es el tronco de donde salen el resto de las arterias por las que la sangre oxigenada nutre a todos los órganos y tejidos del cuerpo humano. Según sus dos grandes localizaciones -tórax y abdomen-, toma los nombres de torácica y abdominal.Una de las lesiones más graves y también más característica de la aorta -que es la arteria mayor y más importante del sistema circulatorio- es el aneurisma, que consiste en una dilatación localizada de este gran vaso sanguíneo. Según José Antonio Jiménéz Cossío, jefe del servicio de Cirugía Vascular del hospital La Paz de Madrid, el aneurisma de la aorta supone una dilatación de esta arteria que puede alcanzar hasta el doble y el triple de su calibre normal.

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Una aorta sana de adulto suele medir dos centímetros de grosor. Se empieza a considerar que existe dilatación a partir de los tres centímetros; de cuatro a cinco, se valora el aneurisma como importante; y, a partir de los cinco, existe un gran riesgo de rotura, y representa una alta mortalidad.

La mitad de los aneurismas, que siempre son progresivos, acaban conduciendo a la rotura de la arteria a los cinco años si no se detectan antes. Los síntomas son: aparición de dolor en la región afectada y shock hipovolémico (pérdida importante de sangre). Si el paciente no fallece antes de llegar al hospital, la tasa de mortalidad, una vez ingresado, sigue siendo alta: un 70%.

"Uno de los aspectos más preocupantes de este proceso", dice Jiménez Cossío, "es que suele ser asintomático durante mucho tiempo y el paciente puede estar sufriendo el aneurisma durante años. Como es un trastorno que generalmente no duele, es muy frecuente diagnosticarlo de forma casual".En el caso del aneurisma de la aorta abdominal, la detección se realiza por ecografía, generalmente al practicar exploraciones por otros procesos, como digestivos o urológicos. En el aneurisma torácico, el diagnóstico se suele hacer al practicar una radiografía de tórax por causas broncolpulmonares u otras.

Según Gonzalo Garzón, jefe de la unidad de Radiología Vascular Intervencionista de La Paz, esta dolencia se presenta normalmente, en los varones a partir de los 50 años. Aproximadamente, de 50 procesos de aneurismas de la aorta, sólo uno o dos casos se dan en mujeres. Según este experto, no se conoce muy bien por qué este problema, que sólo tiene tratamiento quirúrgico, es mucho más frecuente en el sexo masculino. La propia configuración anatómica de la aorta de la mujer, junto a factores hormonales, podrían explicarlo.

"La mayoría de estos trastornos", continúa, "son secundarios a problemas de arterioesclerosis, tabaquismo o hipertensión arterial". Y admite que no se puede hablar de una verdadera prevención del aneurisma de aorta, "ya que no es una patología que vaya a buscarse para su diagnóstico precoz como sucede con otras enfermedades".

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