ACOSO AL ZAPATISMO

La permanente huida del enmascarado

El guerrillero más mítico de la historia contemporánea, siempre encapuchado, conocido como subcomandante Marcos, ha conseguido vivir ya durante cuatro años escondido en puntos inexpugnables de la selva Lacandona, en el sureño Estado mexicano de Chiapas, bajo el acoso y la amenaza permanente del Ejército. Probablemente lleva muchos años más en la selva, preparando el levantamiento indígena del 1 de enero de 1994, que sorprendió a la comunidad internacional y reveló a los ojos de muchos mexicanos las condiciones de vida de los indígenas en su propio país.Desde allí ha controlado la inform...

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El guerrillero más mítico de la historia contemporánea, siempre encapuchado, conocido como subcomandante Marcos, ha conseguido vivir ya durante cuatro años escondido en puntos inexpugnables de la selva Lacandona, en el sureño Estado mexicano de Chiapas, bajo el acoso y la amenaza permanente del Ejército. Probablemente lleva muchos años más en la selva, preparando el levantamiento indígena del 1 de enero de 1994, que sorprendió a la comunidad internacional y reveló a los ojos de muchos mexicanos las condiciones de vida de los indígenas en su propio país.Desde allí ha controlado la información que sobre su movimiento, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), divulgaba al resto de los mexicanos y al mundo; allí ha recibido a periodistas escogidos, allí también ha censurado la llegada de otros que no creía afines.

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Una ley aprobada en marzo de 1995 por el Congreso mexicano para facilitar el diálogo de paz entre la guerrilla y el Gobierno prohíbe capturar a Marcos. A pesar de ello, el proceso de negociación permanece estancado desde septiembre de 1996. Viviendo a salto de mata, el dirigente guerrillero ha sabido burlar al Ejército desde escondites intrincados pero sin renunciar, según algunas fuentes, a frecuentes salidas al exterior, especialmente para visitar a su familia.

El hombre que ha puesto en jaque al Ejército mexicano desde 1994, bajo el nombre de guerra de subcomandante Marcos, se llama en realidad Rafael Sebastián Guillén Vicente. Sólo un año después del alzamiento armado de los zapatistas en el Estado de Chiapas, el mundo pudo conocer la identidad del mítico guerrillero que ese Año Nuevo de 1994 rompió para siempre la imagen de un México en vías de llegar al primer mundo sin piedras en el camino. Comunicólogo de 40 años, estudió en el Instituto Universitario de Jalisco y estuvo vinculado a un movimiento guerrillero de Monterrey a finales de los sesenta.

Estudiar con los jesuitas

Nacido en Tampico, donde sus padres son propietarios de fábricas de muebles, estudió con los jesuitas, primero en su ciudad natal y luego en Guadalajara (Jalisco), donde se graduó en Ciencias de la Comunicación.Se formó como guerrillero en el Frente de Liberación Nacional, un movimiento fundado en 1969 que se entrenó en una zona secreta conocida como Aguascalientes (Chiapas), pero que luego operó en Monterrey (Nuevo León) como guerrilla urbana. Su influencia guerrillera más directa vino de los tupamaros uruguayos y del Ejército de Liberación Nacional de Colombia. Realizó su servicio social (por los estudios recibidos del Estado) en la selva Lacandona, donde volvería como guerrillero, y en la sierra Tarahumara, en Chihuahua.

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