Francia tendrá que reformar su Constitución para acomodarla a la UE

, Francia deberá reformar su Constitución para adaptarla al llamado Tratado de Amsterdam. El Consejo Constitucional ha hecho, público un dictamen en el que considera incompatible el actual marco jurídico-político con la aceptación de que sea la Unión Europea (UE) quien organice la libre circulación de personas, la concesión de visados, el control de la emigración clandestina o el derecho de asilo. Amsterdam supone una "transferencia de soberanía nacional" y eso comporta un cambio constitucional.

El presidente Jacques Chirac tiene ahora en sus manos un arma peligrosa. Tiene que decidir s...

, Francia deberá reformar su Constitución para adaptarla al llamado Tratado de Amsterdam. El Consejo Constitucional ha hecho, público un dictamen en el que considera incompatible el actual marco jurídico-político con la aceptación de que sea la Unión Europea (UE) quien organice la libre circulación de personas, la concesión de visados, el control de la emigración clandestina o el derecho de asilo. Amsterdam supone una "transferencia de soberanía nacional" y eso comporta un cambio constitucional.

El presidente Jacques Chirac tiene ahora en sus manos un arma peligrosa. Tiene que decidir si son los parlamentarios quienes votan las modificaciones en la Constitución o si bien es mejor recurrir a un referéndum. Para el Frente Nacional, para los comunistas, pero también para ciertos sectores de la derecha republicana o de la disidencia socialista, la baza del referéndum, con la posibilidad de capitalizar sentimientos nacionalistas que ven con malos ojos tanto la mundialización como los progresiva disolución de la "excepción francesa" dentro de la UE, es una oportunidad para ampliar audiencia electoral.El Gobierno, que ya intuía el sentido del informe del Consejo Constitucional, pretende por su parte que la reforma tenga más amplitud, ya sea para amortiguar la demagogia ligada a todo cuanto se refiere a cuestiones relacionadascon seguridad e inmigración, ya sea para evitar la discusión a fondo de sus iniciativas sobre la limitación del número de cargos ejecutivos, la ampliación de la independencia del poder judicial o la discriminación positiva en favor de una mayor igualdad entre hombres y mujeres en la política.

En su discurso de fin de año, Chirac no hizo referencia a ninguna de esas cuestiones. En su mensaje reafirmó la misión presidencial en período de cohabitación soy el guardián de los valores de la República"-, hizo hincapié en la necesidad de reforzar la seguridad de los ciudadanos -"el Estado debe prevenir, pero también debe castigar cuando sea necesarío"- y entonó una vaga melodía liberal: "Hay que liberar las fuerzas, las energías de nuestro pueblo y crear las condiciones para que la riqueza y la actividad se den en beneficio de todos los franceses".