Cartas al director

La guerra de las humanidades

En estos tiempos en los que la conjura de los necios parece haberseapoderado de tantas y tantas cosas, reconforta leer una opinión cabal, razonada y valiente respecto a ese fuego de artificio en que se ha convertido la denominada "guerra de las humanidades". Es una buena noticia comprobar que a las distintas administraciones les importa manipular la memoria colectiva -la historia- tanto o más que construir carreteras y hospitales. Y, sin embargo, es una mala noticia que el debate se produzca en unos términos tan mezquinos como paletos. Finalmente, deberíamos tomar por regular que haya tenido q...

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En estos tiempos en los que la conjura de los necios parece haberseapoderado de tantas y tantas cosas, reconforta leer una opinión cabal, razonada y valiente respecto a ese fuego de artificio en que se ha convertido la denominada "guerra de las humanidades". Es una buena noticia comprobar que a las distintas administraciones les importa manipular la memoria colectiva -la historia- tanto o más que construir carreteras y hospitales. Y, sin embargo, es una mala noticia que el debate se produzca en unos términos tan mezquinos como paletos. Finalmente, deberíamos tomar por regular que haya tenido que ser Antonio Muñoz Molina -y no los responsables del ramo, ni las comisiones de turno- quien haya puesto un punto de cordura, lucidez y coraje en medio de este escaparate de la mediocridad subvencionada o privatizada. La historia es una herramienta indispensable para representar el mundo y para el ejercicio del pesamiento libre. Es, y debería seguir siendo, una disciplina crítica, y no las tablas de la ley de los fundamentalistas españoles, catalanes, turcos o eslavos. Vuelvan a publicar el artículo de Muñoz Molina (La historia y el olvido, EL PAíS, 9-11-97). Clávenlo en las puertas de colegios, universidades y academias. Que se lo envíen a la ministra, y también a los gusanos.- .

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