Plan de natalidad a la desesperada

La Puebla ofrece 100.000 pesetas a las parejas que empadronena sus hijos en la localidad

La Puebla de la Sierra, un municipio de sólo 78 habitantes, ha puesto en marcha su particular plan de natalidad en un intento desesperado por no desaparecer del mapa. Esta bella localidad, escondida entre las monta ñas de la sierra norte, ofrece 100.000 pesetas a todas las parejas que tengan un hijo y lo empadronen en el pueblo. El último nacimiento allí se produjo el 8 de agosto pasado. Hace 30 años, en la localidad vivían 450 personas; de ellas, 80 eran niños. Hoy sólo hay dos chavales (de siete y 14 años) entre los 78 residentes.El alcalde, Pedro Fernández, independiente, recordó aye...

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La Puebla de la Sierra, un municipio de sólo 78 habitantes, ha puesto en marcha su particular plan de natalidad en un intento desesperado por no desaparecer del mapa. Esta bella localidad, escondida entre las monta ñas de la sierra norte, ofrece 100.000 pesetas a todas las parejas que tengan un hijo y lo empadronen en el pueblo. El último nacimiento allí se produjo el 8 de agosto pasado. Hace 30 años, en la localidad vivían 450 personas; de ellas, 80 eran niños. Hoy sólo hay dos chavales (de siete y 14 años) entre los 78 residentes.El alcalde, Pedro Fernández, independiente, recordó ayer cómo era su juventud a finales de los años sesenta: "Estudiábamos 80 niños en un colegio con dos aulas. El pueblo contaba con cinco restaurantes, tres tiendas, médico, cura, practicante... Eramos un municipio pequeño, pero con todo lo necesario. Pero, poco a poco, la gente lo abandonó. Se marchó a la gran ciudad. La Puebla empezó a morirse. Ahora, la escuela y la farmacia están en Montejo, a 18 kilómetros de distancia. La juguetería más próxima se encuentra en Alcobendas, a 60 kilómetros, y el hospital, en Madrid".

Fernández continúa: "Las 100.000 pesetas que ofrecemos no sacan a nadie de un apuro, pero es lo único que se nos ha ocurrido para evitar que el pueblo desaparezca. No quiero que La Puebla termine convirtiéndose en una localidad fantasma, como le ha ocurrido a Patones de Arriba, donde no vive nadie de lunes a viernes".

El alcalde de La Puebla asegura que la sierra norte ha sido abandonada a su suerte por las autoridades autonómicas. "No nos dejan crecer, no hay turismo rural, no nos permiten tener nuestras propias industrias porque, según ellos, dañamos el medio ambiente. En cambio, sus autopistas, sus trenes de alta velocidad y sus túneles no perjudican. El consejero de Medio Ambiente se niega, a recibir a la Plataforma para la Salvación de los Pequeños Municipios [12 pueblos con menos de 200 habitantes], porque dice que nuestra plataforma no representa a nadie. Estamos desesperados. La vida en esta parte de Madrid se acaba".

El periódico local Senda Norte publica en su último número que los padres del niño nacido en agosto son un empleado municipal y su esposa. El bebé, que lleva el nombre de Mario, nació en La Paz, ya que la sierra norte carece de hospitales con maternidad. El padre del pequeño Mario es originario de La Puebla, pero se marchó a Madrid siendo muy joven. Hace tres años volvió, consiguió colocarse en el Ayuntamiento y ya no quiere marcharse. Y el alcalde, menos.

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