Waigel echa agua fría a la candidatura francesa para presidir el futuro Banco Central Europeo

La batalla por la presidencia del futuro Banco Central Europeo (BCE), el máximo puesto de la política monetaria común, llegó ayer al Ecofin. El Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) evitó el debate en el salón. Lo hicieron ante los periodistas. El alemán Theo Waigel echó un jarro de agua fría a la candidatura del francés Jean-Claude Trichet, propuesta por París. "Este tipo de cosas no facilitan un acuerdo, no lo facilita la discusión pública" de nombres, replicó Waigel. Negó también la existencia de ningún acuerdo franco-alemán por el que, a cambio de situar la s...

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La batalla por la presidencia del futuro Banco Central Europeo (BCE), el máximo puesto de la política monetaria común, llegó ayer al Ecofin. El Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) evitó el debate en el salón. Lo hicieron ante los periodistas. El alemán Theo Waigel echó un jarro de agua fría a la candidatura del francés Jean-Claude Trichet, propuesta por París. "Este tipo de cosas no facilitan un acuerdo, no lo facilita la discusión pública" de nombres, replicó Waigel. Negó también la existencia de ningún acuerdo franco-alemán por el que, a cambio de situar la sede del BCE en Francfort, su presidencia correspondería a un francés.

Usando idénticas palabras se alineó el holandés Gerrit Zal, para añadir que "una mayoría de Estados miembros sigue apoyando a Wim, Duisenberg". Este, también holandés, fue elegido presidente del Instituto Monetario Europeo (el embrión del BCE) en la cumbre de Dublín, hace ahora casi un año. Pero con la expresa mención, sugerida por el presidente francés, Jaeques Chirac, de que tal nombramiento no prejuzgaba su candidatura para el BCE.Menos rotundo, el italiano Carlo Azeglio Ciampi apoyó a sus colegas alemán y holandés. "Francia no ha respetado el procedimiento", argumentó. Pero el Tratado en absoluto prohibe que cada país proponga nombres antes del Consejo Europeo que decidirá, en mayo de 1998. "Francia tenía derecho a presentar su candidato y probablemente otros países lo harán", contraatacó el francés Dominique Strauss-Kahn.

En línea parecida, el español Rodrigo Rato recordó que sólo hay una candidatura oficialmente propuesta (la de Trichet) y "otro que ocupa un cargo" (Duisenberg), sin que eso prejuzgue nada.

Rato aseveró que "todos los países tienen candidato y sus opciones abiertas". Desde luego, "España mantiene todas sus opciones abiertas", remachó por tres veces, sin concretar nombres, para no quemarlos precipitadamente.

Pero dio pistas indirectas: "Desde el punto de vista de la garantía de estabilidad [de la inflación] y de la buena práctica en política monetaria, podemos compararnos con cualquier país". El nombre del gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, lanzado a la palestra por el Frankfurter Allgemeine Zeitung, flotaba en el aire. Pero Rato se negó a dar nombres. Al contrario, abrió el abanico asegurando que en España "hay personas relevantes y muy cualificadas" que pueden optar. Subrayó el plural. Por su parte, el portugués Teixeira Dos Santos apostilló que éste "no es el momento adecuado para discutir el asun to" y la Comisión dijo que "toma nota" de Trichet. -

El presidente del Gobierno holandés, Wini Kok, que se encuentra de visita en Nueva Zelanda, manifestó desde allí a algunos medios que se siente "muy sorprendido" por la propuesta francesa. Kok calificó las cualidades de Duisenberg y su prestigio como "incuestionables".

Una idea que también comparte el Banco Central Holandés, que a través de un portavoz ha declarado que un presidente francés no haría sino abrir dudas sobre la estabilidad de la moneda europea. "Duisenberg", en cambio, "asegura la estabilidad de la moneda y la independencia del banco".

El ministro holandés de Asuntos Exteriores, Hans van Mierlo, que ha anulado una visita oficial a Australia por ésta, entre otra razones, se ha unido también a las manifestaciones de desconcierto. "No entiendo lo que Chirac pretende con esto", comentó van Mierlo. La batalla se calienta.

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