Ibarra propone una reforma electoral contra los nacionalistas

El presidente del Gobierno autónomo de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra", escogió ayer Barcelona para sumarse a la propuesta lanzada la víspera por su colega de Castilla-León, Juan José Lucas, para reformar la legislación electoral de forma que los partidos nacionalistas pierdan su papel de bisagras en las Cortes españolas.

"No creo que podamos construir el Estado español en base a lo que quede después de una negociación incontrolada con los nacionalistas", dijo el presidente extremeño. Rodríguez Ibarra mantuvo este criterio en su intervención en Tribuna Barcelona, en un ac...

El presidente del Gobierno autónomo de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra", escogió ayer Barcelona para sumarse a la propuesta lanzada la víspera por su colega de Castilla-León, Juan José Lucas, para reformar la legislación electoral de forma que los partidos nacionalistas pierdan su papel de bisagras en las Cortes españolas.

"No creo que podamos construir el Estado español en base a lo que quede después de una negociación incontrolada con los nacionalistas", dijo el presidente extremeño. Rodríguez Ibarra mantuvo este criterio en su intervención en Tribuna Barcelona, en un acto al que asistían muchos dirigentes socialistas catalanes. El primer secretario del PSC, Narcís Serra, se apresuró a manifestar que los socialistas no consideran prioritario reformar la ley electoral y que, en cualquier caso, una reforma de este tipo no debe ser decidida de forma bilateral por los dos principales partidos implantados en toda España, como había preconizado Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

Un pacto PP-PSOE

La solución propuesta por Rodríguez Ibarra a lo que considera una negativa "proliferación de partidos nacionalistas" puesta de manifiesto por el ascenso del Bloque Nacionalista Galego en las elecciones del domingo en Galicia fue lo que denominó "un pacto de máximos" entre el PSOE y el PP.Rodríguez Ibarra consideró en todo momento excesiva la posición de fuerza que tiene Convergéècia i Unió (CiU) ante el Gobierno de José María Aznar y sostuvo que el hecho diferencial catalán no debe servir de excusa para negociar "más dinero para una comunidad".

El presidente extremeño rechazó ser un nacionalista español y se definió sólo como socialista, pero lamentó que Aznar vaya dejando "jirones de España" en sus negociaciones con los nacionalistas catalanes y vascos. De esta forma, dijo, el concepto de España va quedando sin contenido. Eso es más grave todavía porque, en su opinión, Cataluña "no ha sido nunca una nación", y porque los nacionalistas catalanes rechazan una articulación federal o confederal del Estado español. La reforma de la ley electoral, sustituyendo el vigente sistema proporcional corregido por otro de tipo mayoritario, será una necesidad, afirmó el líder extremeño, "si llega el día en que España fuera ingobernable". La ley electoral debe servir para asegurar la gobernabilidad de un país, agregó, y eso es lo que está siendo cuestionado por el ascenso de los partidos nacionalistas.