Cartas al director

¿Hacienda somos todos?

Como ciudadano de este país que cumple con sus obligaciones, quiero dejar patente mi más absoluta protesta por la forma en que ha organizado el Ministerio de Hacienda las devoluciones del Impuesto sobre la Renta. Resulta verdaderamente insultante que se sitúe como criterio para la devolución el importe a recibir; criterio que considero basado en la más absoluta arbitrariedad. No es que desconozca que está regulado legalmente como fecha límite para las devoluciones correspondientes al año 1996 el 31 de enero de 1998, pero también es cierto que en ningún momento se especifica que el criterio a s...

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Como ciudadano de este país que cumple con sus obligaciones, quiero dejar patente mi más absoluta protesta por la forma en que ha organizado el Ministerio de Hacienda las devoluciones del Impuesto sobre la Renta. Resulta verdaderamente insultante que se sitúe como criterio para la devolución el importe a recibir; criterio que considero basado en la más absoluta arbitrariedad. No es que desconozca que está regulado legalmente como fecha límite para las devoluciones correspondientes al año 1996 el 31 de enero de 1998, pero también es cierto que en ningún momento se especifica que el criterio a seguir sea algo tan arbitrario como la cantidad a recibir.La pregunta que surge entonces es el porqué de este criterio. Si la Administración dispone de un dinero para hacer devoluciones" por qué empieza por las más pequeñas. Y, claro, ahí está el quid de la cuestión. Si se devuelve a los de menor importe, se pueden realizar más devoluciones, como profusamente se indica en la prensa, en donde se señala el aumento en el número de' devoluciones que ha realizado el Partido Popular. Habría que preguntarse sies eso lo único realmente importante para la Administración y no el daño que se pueda estar haciendo a otras personas. El criterio más lógico y razonable creo que sena el orden de presentación de las declaraciones; de esta manera no se castigaría a las personas que, por suerte o por desgracia (para mí más por desgracia), se nos ha retenido mayor cantidad sin ser nuestra la culpa. Ya era evidente que en España Hacienda no somos todos, pero lo que no sabía es que de los que sí estamos unos lo somos más que otros.-

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