"No nos permiten cumplir la ley", se quejan los profesores gallegos

Ningún forastero localizaría el colegio público de AIxen, en la parroquia del mismo nombre de Salvaterra de Miño (Pontevedra). Estaba previsto construirlo, en el núcleo urbano, pero las protestas de los vecinos de las otras parroquias de su demarcación (Arantei, Porto y Calveiro) se sentían agraviados y se optó por la solución salomónica de enclavarlo en un punto equidistante, aislado en pleno monte. Eso le da un aire de albergue de vacaciones. Es un centro de primaria, con 12 unidades y una matrícula de 143 alumnos, obligado a impartir "provisionalmente" dos cursos de enseñanza secundaria obl...

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Ningún forastero localizaría el colegio público de AIxen, en la parroquia del mismo nombre de Salvaterra de Miño (Pontevedra). Estaba previsto construirlo, en el núcleo urbano, pero las protestas de los vecinos de las otras parroquias de su demarcación (Arantei, Porto y Calveiro) se sentían agraviados y se optó por la solución salomónica de enclavarlo en un punto equidistante, aislado en pleno monte. Eso le da un aire de albergue de vacaciones. Es un centro de primaria, con 12 unidades y una matrícula de 143 alumnos, obligado a impartir "provisionalmente" dos cursos de enseñanza secundaria obligatoria (ESO)."No nos permiten cumplir la ley", dice Félix Quijano, el jefe de estudios. "Quieren cargarse la enseñanza pública", asegura. "Desde el 1 de septiembre estamos tratando de planificar el comienzo de curso, pero es imposible", explica. En esa fecha eran siete profesores, y los restantes han ido llegando por goteo. El último, el viernes. Y todavía nos falta uno, que no sabemos si llegará hoy".

Destino de última hora

Está contándolo, junto a la directora, Purificación Fernández, cuando, a las 9.30, 15 minutos antes de abrir las puertas, se presenta: "Yo soy Laura y vengo a cubrir la plaza de lengua gallega". También ha tenido problemas para localizar el colegio. Supo su destino a última hora de la tarde del viernes. "Y podían haberme mandado a cualquier otra parte de Galicia", dice. Luego advertirá a sus alumnos que hoy no dará clase porque debe "arreglar papeles".Los profesores, "comprometidos en la dignificación de la enseñanza pública", aseguran que la mayoría de los centros públicos gallegos pasan por una situación análoga. En AIxen, aunque adscritos a primaria, tendrán que ingeniárselas para impartir dos cursos de ESO. "Hay dos asignaturas, tecnología y música, para las que no estamos capacitados ni disponemos de ningún material. La Xunta lo solicitó a finales de agosto y llegará, pero quizás a finales de curso", lamentan. "En junio, ya sabían lo que había y la LOGSE está en vigor desde 1990, o sea, que no será por falta de tiempo para planificar", apunta Quijano.

Los horarios para Primaria y ESO son distintos, pero en Alxen mantendrán uno común de entrada y salida, porque no ha habido manera de ajustarlo. Y también para no trastornar más el régimen de transporte escolar, que impone sus propios horarios, porque la empresa debe cubrir el servicio con otros centros.

Los críos, muchos acompañados de sus madres, sobre todo los primerizos, se agolpan a la puerta, escuchando las canciones y comentarios festivos que les sirven por la megafonía. Sólo uno expresa su disgusto, sin soltar las faldas maternas. Los demás entran raudos a tomar posesión de su puesto.

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