Las paridades con el euro se adelantan a 1998

Los ministros han querido cortar de raíz las especulaciones sobre cómo y cuándo se establecerán las paridades de cada moneda con el euro. Según el Tratado debe hacerse a más tardar el 1 de enero de 1999, cuando nazca el euro. Los ministros acordaron ayer fijar ya el momento de la criba, en la primavera de 1998, las paridades fijas que las monedas del euro tendrán entre sí. El Ecofin no ve motivos para decidir ahora con qué sistema se fijarán esas paridades porque no hay tensiones en los mercados que justifiquen esa necesidad.Los ministros coincidieron en "garantizar la. independencia del Banco...

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Los ministros han querido cortar de raíz las especulaciones sobre cómo y cuándo se establecerán las paridades de cada moneda con el euro. Según el Tratado debe hacerse a más tardar el 1 de enero de 1999, cuando nazca el euro. Los ministros acordaron ayer fijar ya el momento de la criba, en la primavera de 1998, las paridades fijas que las monedas del euro tendrán entre sí. El Ecofin no ve motivos para decidir ahora con qué sistema se fijarán esas paridades porque no hay tensiones en los mercados que justifiquen esa necesidad.Los ministros coincidieron en "garantizar la. independencia del Banco Central Europeo y en considerar que los tipos de cambio son la consecuencia de políticas, y no al revés, y que son esas políticas las que determinan el tipo de cambio", según el ministro español, Rodrigo Rato. "Las orientaciones sobre el tipo de cambio deben hacerse sólo en momentos muy determinados. No va a haber orientaciones regulares y periódicas", precisó Rato.

Discrepancia de Francia

Los ministros francés y alemán de Finanzas, Dominique Strauss-Kahn y Theo Waigel, no enturbiaron esta vez el Ecofin con su enfrentamiento sobre lo que el francés denomina Consejo del euro, Consejo de estabilidad o Polo económico, según el momento. Para evitar una querella bilateral, el Ecofin se limitó a reiterar la necesidad de "instrumentalizar" la coordinación de las políticas económicas, dando satisfacción a Francia. Pero deja para más adelante el desarrollo de ese instrumento, como quería Alemania. Ese problema de fondo será resuelto en diciembre por el Consejo Europeo.

"Waigel no comparte nuestros puntos de vista, pero las posiciones no están alejadas", señalaron fuentes francesas . Pero lo cierto es que Theo Waigel sigue viendo detrás de la pretensión francesa una maniobra para controlar políticamente las decisiones del Banco Central Europeo. Una institución con dos tareas fundamentales, fijar el tipo de interés del euro y controlar el tipo de cambio de la moneda europea respecto a divisas terceras, y en especial sus grandes competidores: el dólar, pero también el franco suizo y el yen japonés.

Strauss-Kahn insistió ayer en la necesidad de crear una institución, de estructura muy liviana, eso sí. Pero algo que permita poner nombre y apellidos a un interlocutor de los países que se integren en el euro en sus relaciones con el Banco Central Europeo. "Y esa persona no puede ser el presidente del Ecofin, porque muchas veces será el ministro de un país no integrado en el euro", puntualizó el ministro.

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