Mentalizado para la victoria

Es curioso, pero la figura de Abraham Olano se ha ido agrandando a base de desgracias. En el Tour no era más que un corredor, luchador, sí, pero hinchado. Un mes después -un aciago segundo puesto en la Vuelta a Burgos y una brillante exhibición contrarreloj en Bruselas-, el guipuzcoano llega a su tercera Vuelta con el cartel de máximo favorito. Quizás lo que él ha querido toda su carrera, pese a que la Vuelta es un arma con retroceso: si gana nadie le dará importancia -se seguirá recordándole el Tour- y si pierde se le crucificará.Los suyos hablan de un Olano pletórico. "El mensaje que transmi...

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Es curioso, pero la figura de Abraham Olano se ha ido agrandando a base de desgracias. En el Tour no era más que un corredor, luchador, sí, pero hinchado. Un mes después -un aciago segundo puesto en la Vuelta a Burgos y una brillante exhibición contrarreloj en Bruselas-, el guipuzcoano llega a su tercera Vuelta con el cartel de máximo favorito. Quizás lo que él ha querido toda su carrera, pese a que la Vuelta es un arma con retroceso: si gana nadie le dará importancia -se seguirá recordándole el Tour- y si pierde se le crucificará.Los suyos hablan de un Olano pletórico. "El mensaje que transmite es que va a ganar" dicen. "Está mentalizado para ganar".

Pero eso sólo se lo dice a los suyos. Olano no es un fanfarrón y cuando se e entrevista responde como los del anuncio de la ONCE. "Sí, estoy yo, pero también está Jalabert, y Escartín, y el equipo Festina, y...".

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