El PP balear propone que sólo paguen peaje los turistas

"No es una animalada: que los extranjeros y los visitantes que vienen desde fuera a estas islas [Baleares] nos financien [con el pago de peajes] nuestros servicios públicos, los mejores que podamos tener". Jaume Matas, presidente del Gobierno balear, del PP, razona y justifica así su alternativa política para la construcción de nuevos tramos de autopista en la isla de Mallorca mediante la imposición selectiva de tasas diferenciadas a los turistas que los usen. En la opción del PP y del Ejecutivo balear no se precisa qué visitantes deberán pagar el peaje. Sólo se apunta la exclusión de este tri...

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"No es una animalada: que los extranjeros y los visitantes que vienen desde fuera a estas islas [Baleares] nos financien [con el pago de peajes] nuestros servicios públicos, los mejores que podamos tener". Jaume Matas, presidente del Gobierno balear, del PP, razona y justifica así su alternativa política para la construcción de nuevos tramos de autopista en la isla de Mallorca mediante la imposición selectiva de tasas diferenciadas a los turistas que los usen. En la opción del PP y del Ejecutivo balear no se precisa qué visitantes deberán pagar el peaje. Sólo se apunta la exclusión de este tributo a los españoles no residentes en la isla.El 90% de los más de 10 millones de turistas anuales que visitan Baleares son de la Unión Europea y el 10% son españoles: continentales o canarios. El archipiélago tiene 760.000 habitantes, de los que el 10% no son de nacionalidad española.

Respuesta a Fomento

El plan de peaje selectivo, que figura en la propuesta del convenio de carreteras con el Gobierno central -pendiente de cerrar desde hace meses-, ha sido articulado como una respuesta a la exigencia del ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, de que el próximo trazado de autopista en Mallorca sea de pago, sin discriminación de nacionalidad o residencia.El Ejecutivo central plantea que para la mejora general de la infraestructura viaria de las islas Baleares con fondos del Estado, las nuevas autopistas radiales o la prolongación de los tramos existentes no pueden ser libres. "El Ministerio de Fomento se ha empeñado con el tramo de peaje y aunque la idea no nos guste intentaremos que no afecte a los mallorquines", apostilla Juan Verger, consejero balear de Fomento, presidente del PP de Baleares y, en el plano privado, empresario de nuevas gasolineras.

Verger y Matas asumen la dirección bicéfala de la derecha balear, a la espera de que su antecesor, el destituido presidente Gabriel Cañellas, decida si quiere volver al primer plano de la vida política tras la sentencia absolutoria del cohecho prescrito del caso Sóller [el cobro de un soborno de 50 millones en la concesión a un amigo del túnel de peaje de Sóller en 1988]. El veredicto está recurrido en el Supremo.

Mientras que el PP desde Baleares pretende gravar indirectamente las visitas y estancias de ciudadanos europeos por el uso de sus infraestructuras, en el Parlamento español y en la UE, el mismo partido persigue lograr un sistema estatal y comunitario de compensaciones económicas y fiscales para mitigar los costes de la insularidad y facilitar la implantación de nuevas empresas. Las únicas objecciones planteadas a este proyecto de régimen fiscal especial han sido del PSOE y de las minorías regionalistas canarias, que consideran ilógico e inoportuno primar a una comunidad con un nivel de renta superior a la media de Europa.

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