La policía halla a un hombre abusando de su hija en la playa

Alertada por una llamada anónima, la policía de Roquetas de Mar (Almería) descubrió in fraganti a una pareja haciendo el amor en la playa. El hombre mostró su pasaporte: Istvan Ivan Niari, de 38 años, natural de Pápa (Hungría), mientras su acompañante trató de burlar la identificación. Los agentes acabaron acompañando a la pareja hasta un domicilio de Roquetas, donde la mujer que franqueó la puerta reconoció a su marido y a su hija S. I, de 15 años.El húngaro Istvan Ivan Niari ingresó en la prisión del Acebuche alrededor de las 19 horas del martes, doce después de ser descubierto en la ...

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Alertada por una llamada anónima, la policía de Roquetas de Mar (Almería) descubrió in fraganti a una pareja haciendo el amor en la playa. El hombre mostró su pasaporte: Istvan Ivan Niari, de 38 años, natural de Pápa (Hungría), mientras su acompañante trató de burlar la identificación. Los agentes acabaron acompañando a la pareja hasta un domicilio de Roquetas, donde la mujer que franqueó la puerta reconoció a su marido y a su hija S. I, de 15 años.El húngaro Istvan Ivan Niari ingresó en la prisión del Acebuche alrededor de las 19 horas del martes, doce después de ser descubierto en la playa, como presunto autor de un delito contra la libertad sexual de su hija, con el agravante de ser una menor. La adolescente entró poco después en un centro de acogida de la Junta de Andalucía en "internamiento cautelar", decretado por el juez. El futuro de S. I. dependerá de la decisión judicial y de los informes técnicos de Asuntos Sociales, que determinarán retirar o no la patria potestad si aprecian situación de desamparo en la adolescente.

Según relató su abogado defensor, Juan Marfil, el detenido negó los contactos sexuales con su hija. Alegó que una tremenda embriaguez -había consumido más de ocho whiskies- le impedía recordar lo sucedido hasta que se despertó en la playa, que ha solicitado sendas pruebas de ADN y alcoholemia para corroborar esta versión. Por el contrario, S. I. aseguró que habían consumado un coito por vez primera y que su padre, un año atrás, se le había insinuado aunque sin materializarlo. A juicio del sargento Manuel Rabaneda, no pareció que fuese un acto forzado el que contempló en la playa. De hecho, ninguno de los dos se dio cuenta que les estaba mirando a pocos metros.

La familia Ivan, que recaló en Almería hace tres años, acumula un historial de pequeños encontronazos con la policía. El padre, un mecánico en paro, cuenta con antecedentes por apropiación indebida y estafa, al igual que algunos de los cinco hijos, cuyas edades oscilan entre los 30 meses y los 19 años.

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