Copa frondosa, sombra ancha y leyendas

Uno de cada cinco árboles de los aproximadamente 200.000 que viven en Madrid, pertenece a la variedad del platanus hispanica. Los plátanos se caracterizan por su copa frondosa de hojas verdes, talla de hasta 30 metros de altura y tronco bicolor gris y crema, que a veces presenta oquedades de cierta profundidad. Su fruto está envuelto en una bola peluda amarilla. Tiene poco que ver con el árbol que produce las bananas.Paseos como el del Prado, y avenidas como Princesa, Alfonso XII, Doctor Esquerdo o Francisco Silvela, por citar algunos ejemplos, han sido desde hace décadas decorados con ...

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Uno de cada cinco árboles de los aproximadamente 200.000 que viven en Madrid, pertenece a la variedad del platanus hispanica. Los plátanos se caracterizan por su copa frondosa de hojas verdes, talla de hasta 30 metros de altura y tronco bicolor gris y crema, que a veces presenta oquedades de cierta profundidad. Su fruto está envuelto en una bola peluda amarilla. Tiene poco que ver con el árbol que produce las bananas.Paseos como el del Prado, y avenidas como Princesa, Alfonso XII, Doctor Esquerdo o Francisco Silvela, por citar algunos ejemplos, han sido desde hace décadas decorados con plátanos de esta variedad ahora dañada. En condiciones normales soportan muy bien la contaminación las alteraciones químicas, incluso los impactos o golpes de automóviles.

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Dados su porte y frondosidad de su copa los plátanos proporcionan grandes espacios de sombra y dan cualidades globales muy completas para el ornato urbano.

El platanus hispanica es un híbrido del plátano oriental extendido por vastas zonas asiaticas y mesorientales, y de la variante americana. El árbol oriental figura en numerosas leyendas, como la que atribuye al emperador persa Jerjes la custodia militar de un ejemplar milenario del que quedó prendado. Asimismo, se asegura que otro plátano dio cobijo a Platón cuando escribía sus famosos Diálogos sobre la vida y muerte de su maestro, Sócrates. La variedad americana, platanus occidentalis, se halla hoy muy extendida y tapiza miles de ciudades y áreas urbanas estadounidenses. Hay una tercera variedad, el plátano de Londres, que es una derivación del platanus hispanica, según Mariano Sánchez, técnico conservador del Jardín Botánico de Madrid. A su juicio, las dos especies se fundieron en la Península Ibérica en el siglo XVII.

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