Pateras de plástico

Detenidos cinco marroquíes que cruzaban el Estrecho en balsas hinchables

Catorce kilómetros y medio de agua separan África de España. Este año, y hasta ayer, al menos 353 personas han intentado cruzar este tramo que les abre el sueño de Europa a bordo de embarcaciones, tipo patera. Cinco de ellos, marroquíes, se arriesgaron aún más y se lanzaron al mar a bordo de frágiles lanchitas hinchables. El plástico soportó. Ellos también. Pero no alcanzaron su destino.Efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil interceptaron ayer por la mañana una balsa neumática en la que viajaban dos personas: inmigrantes ilegales de origen marroquí. Según informaron fue...

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Catorce kilómetros y medio de agua separan África de España. Este año, y hasta ayer, al menos 353 personas han intentado cruzar este tramo que les abre el sueño de Europa a bordo de embarcaciones, tipo patera. Cinco de ellos, marroquíes, se arriesgaron aún más y se lanzaron al mar a bordo de frágiles lanchitas hinchables. El plástico soportó. Ellos también. Pero no alcanzaron su destino.Efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil interceptaron ayer por la mañana una balsa neumática en la que viajaban dos personas: inmigrantes ilegales de origen marroquí. Según informaron fuentes del Instituto Armado, "los espaldas mojadas se encontraban en malas condiciones físicas al haber permanecido varias horas a la deriva en aguas del Estrecho.

Esta embarcación era la segunda de estas características que, en tan sólo 24 horas, interceptaba la Guardia Civil en aguas del Estrecho de Gibraltar. El martes fueron tres los súbditos marroquíes que intentaron cruzar los 14 kilómetros y medio. Su transporte: una frágil embarcación de plástico de dos metros y medio de eslora por un metro de manga.

Desde que se iniciara el año y hasta ayer han sido 2.284 los inmigrantes ilegales interceptados en la provincia de Cádiz. De estos, 353 cruzaban el Estrecho a bordo de pequeñas embarcaciones tipo patera, salvo excepciones como las de las últimas horas y la ocurrida el 22 de agosto de 1996.

Aquel día, en la oscuridad de la noche y aprovechando la calma que genera el viento de Poniente en la zona del Estrecho, cinco marroquíes intentaron entrar ilegalmente en España a bordo de un hidropedal. Fueron detenidos por una patrullera de la Guardia Civil a pocas millas de la costa, después de haber pedaleado durante casi tres horas.

De los 2.254 inmigrantes ilegales detenidos por las Fuerzas de Seguridad en la provincia de Cádiz desde el 1 de enero pasado hasta ayer, 2.076 nacieron en el país alauí, lo que favoreció la rápida repatriación a su país de origen, con el que España mantiene desde 1992 un tratado de readmisión.

A pesar de que el número de ilegales detenidos este año es superior al de 1996 en el mismo periodo, no son más los espaldas mojadas que se arriesgaron a cruzar en patera el Estrecho. Han elegido en los últimos meses otros medios más seguros a la hora de abandonar las costas del norte de Africa. Esto se achaca en ocasiones al mayor control existente en las costas de Marruecos y al trabajo que últimamente realiza el Gobierno de aquel país tratando de impedir el trabajo de mafias organizadas y dedicadas al tráfico de inmigrantes.

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Una de las últimas operaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil, relacionada con la inmigración ilegal en las costas del Campo de Gibraltar, se sitúa en el puerto de Algeciras, donde el martes fueron interceptadas cinco personas indocumentadas a bordo del pesquero algecireño Faro de Calaburra, cuyos tripulantes (tres españoles) transportaban escondidos en las bodegas del barco a cuatro marroquíes uno de los cuales fue acusado de un presunto delito de tráfico de estupefacientes por portar casi tres kilogramos de resina de hachis y un argelino.

Esta operación pone de manifiesto la participación de trabajadores del sector pesquero en actividades de tráfico de personas a través del Estrecho, un hecho que investiga la Guardia Civil, que vigila las costas del Campo de Gibraltar.

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