La oposición guineana cree que "Aznar se equivoca confiando en Obiang"
"José María Aznar se equivoca confiando en la voluntad democratizadora de Teodoro Obiang". Plácido Micó, secretario general de Convergencia para la Democracia Social (CPDS), el principal partido de la oposición democrática en la antigua colonia española de Guinea Ecuatorial, regresa hoy a su país desde Madrid. Micó no comparte la impresión del Gobierno español de que "en Guinea se están dado pasos hacia la democracia. El presidente Obiang está haciendo el juego de siempre. Ha lanzado un mensaje, el Gobierno español se lo ha creído y le ha dado oxígeno al dictador".Micó señala que "tras el apre...
"José María Aznar se equivoca confiando en la voluntad democratizadora de Teodoro Obiang". Plácido Micó, secretario general de Convergencia para la Democracia Social (CPDS), el principal partido de la oposición democrática en la antigua colonia española de Guinea Ecuatorial, regresa hoy a su país desde Madrid. Micó no comparte la impresión del Gobierno español de que "en Guinea se están dado pasos hacia la democracia. El presidente Obiang está haciendo el juego de siempre. Ha lanzado un mensaje, el Gobierno español se lo ha creído y le ha dado oxígeno al dictador".Micó señala que "tras el apretón de manos de Aznar con Obiang en Washington, el Gobierno guineano ha reaccionado como siempre, con represión. La semana pasada fueron detenidos 14 militantes del CPDS y de otros partidos políticos. Más de 30 personas fueron detenidas y torturadas en la cárcel pública de Bata. Seguimos en una situación igual, si no peor, que hace un año". Los detenidos fueron puestos en libertad el martes.
A este profesor de Química titulado en España, que ha conocido en la propia carne cómo las gasta la policía de Obiang, le parece ilusoria la esperanza de que "las cosas vayan a cambiar echándole flores al dictador y renunciando a la presión política y económica y a criticar los atentados contra los derechos humanos que se siguen cometiendo en Guinea. Ninguna dictadura va a cambiar por el mero hecho de que se la alabe. Si hay ofertas de reanudar la cooperación, no debe ser a cambio de nada, sino de garantías de democratización y de respeto de los derechos humanos. Los discursos de Malabo y Madrid de que Guinea va bien no tienen nada que ver con la realidad del país".
A Micó le sorprenden las recientes afirmaciones de Obiang de que los contratos firmados con compañías petrolíferas norteamericanas "no le permitirán al país beneficiarse de esas riquezas hasta el año 2000", y de que "los contratos que permitían esa situación eran un descrédito" para el Gobierno que los había negociado, "ya que los firmó su propio Gobierno".
Respecto al caso de Severo Moto, destituido el viernes de la presidencia del Partido del Progreso por haber intentado derribar por la fuerza a Obiang, Micó reitera que "la opción del CPDS no es la violencia, sino la negociación y las urnas". Pero a Micó le molesta la hipocresía occidental a la hora de criticar las vías violentas en África, "que se condenan cuando fracasan, pero se celebran cuando triunfan, como se acaba de ver en el caso del antiguo Zaire. En Guinea se habla de que hay paz porque no hay guerra, pero hay una violencia institucional diaria, que se traduce en cotidiana represión política y miseria económica para la población. Se critica a Moio y se olvida que el propio Obiang llegó al poder mediante un golpe". Mico cree que en la decisión de Moto acaso pesara "la desesperación personal, ya que, cuando abandonó Guinea en junio del año pasado, dijo que, como amigo personal de Aznar, iba a servir de puente entre España y Guinea. Al final se ha encontrado con que el Partido Popular ha puesto su confianza en Obiang y no en él".