Expertos españoles critican la Directiva Marco europea sobre el Agua

La presencia de España en los foros donde se fraguan las directivas europeas apenas cuenta, según se desprende de la propuesta de Directiva Marco sobre el Agua, cuyo texto ya ha sido sometido a consultas ante las instituciones europeas, incluido el Parlamento y el Comité de las Regiones. Según los expertos del Foro del Agua y de la organización ecologista CODA, la directiva aborda el recurso hídrico desde una visión exclusivamente noreuropea. Una visión que sólo contempla los problemas de la calidad y margina el que más afecta al sur de la Unión Europea, su disponibilidad y su escasez.En su ac...

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La presencia de España en los foros donde se fraguan las directivas europeas apenas cuenta, según se desprende de la propuesta de Directiva Marco sobre el Agua, cuyo texto ya ha sido sometido a consultas ante las instituciones europeas, incluido el Parlamento y el Comité de las Regiones. Según los expertos del Foro del Agua y de la organización ecologista CODA, la directiva aborda el recurso hídrico desde una visión exclusivamente noreuropea. Una visión que sólo contempla los problemas de la calidad y margina el que más afecta al sur de la Unión Europea, su disponibilidad y su escasez.En su actual redacción la directiva tendrá un fuerte impacto en España y obligará a modificar la Ley de Aguas y otras normas referidas a garantizar niveles de protección y estándares de calidad. El secretario del Foro del Agua y ex subdirector de planificación hidrológica del antiguo Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, Bernardo López-Camacho, afirma que dado que se va a modificar la Ley de Aguas, el Ministerio de Medio Ambiente debería aprovechar esta oportunidad para incorporar las instrucciones de la directiva relativas a la calidad del agua, la protección de sus fuentes y su depuración. De lo contrario tendría que sufrir una segunda modificación al trasponerse la directiva al derecho español.

El presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (CODA), Santiago Martín, y José García Rey, de dicha organización, han remitido un documento a la UE, grupos parlamentarios españoles, el Bureau Europeo de Medio Ambiente y el Ministerio de Medio Ambiente, donde critican severamente la directiva. Dicen en su informe que "como toda la política ambiental de la UE, oculta la relación de dependencia existente entre el marco fisíco y su huella ecológica, que es mucho más amplia. Los países del área mediterránea son la huerta de la UE; una huerta que necesita mucho agua -cada día más- para satisfacer la demanda procedente de los países comunitarios de productos hortícolas y frutales".

Portugal, con una propuesta de incrementar 120.000 hectáreas de regadío servidas por la presa de Alqueva, los proyectos de nuevos embalses de Grecia y las 600.000 nuevas hectáreas de regadío que contempla el Plan Hidrológico de España prometen incrementar las zonas regables para reforzar los mercados comunitarios en territorios dominados por la escasez de agua.

Acentuar diferencias

Esta política, dicen Martín y García Rey, acentuará las diferencias entre el centro y la periferia de la UE. Frente a este horizonte, la propuesta, de la directiva "es un refinado ejercicio de hipocresía política, pues si puede afectar desigualmente a los países de la UE, ignora el atentado que para el medio hídrico de la otra orilla del Mediterráneo supone la voraz actuación de las empresas transnacionales de la alimentación para construir grandes embalses y trasvases en el Atlas marroquí, el canal Mubarak en Egipto y los nuevos regadíos de Turquía".Achacan a la directiva su escasa concreción y sus numerosas excepciones, así como unos plazos muy largos. En caso de aplicarse en su actual redacción, podría llegar tarde y de modo irreversible a determinadas zonas frágiles, afectadas por la sobreexplotación de sus acuíferos.

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