Perote insiste en que despachó con Manglano la nota que avisaba del inicio de la guerra sucia

El ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid Juan Alberto Perote insistió ayer ante el juez Baltasar Garzón, instructor del caso Oñederra -relativo a los primeros atentados reivindicados por los GAL-, en que despachó con su antiguo director, Emilio Alonso Manglano, la nota de 28 de septiembre de 1983 en la que se avisaba de] inminente inicio de la guerra sucia contra ETA en Francia. Manglano no recuerda si trató este documento con Perote, pero cree más lógica la versión de Defensa según la cual del orden de microfilmación de las notas se deduce que el aviso no fue despachado por ambos. Mang...

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El ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid Juan Alberto Perote insistió ayer ante el juez Baltasar Garzón, instructor del caso Oñederra -relativo a los primeros atentados reivindicados por los GAL-, en que despachó con su antiguo director, Emilio Alonso Manglano, la nota de 28 de septiembre de 1983 en la que se avisaba de] inminente inicio de la guerra sucia contra ETA en Francia. Manglano no recuerda si trató este documento con Perote, pero cree más lógica la versión de Defensa según la cual del orden de microfilmación de las notas se deduce que el aviso no fue despachado por ambos. Manglano y Perote fueron sometidos ayer a un careo, en el que Garzón apreció "igual firmeza" en ambos.

Las comparecencias no tenían por objeto aclarar si la abreviatura "Pte." significa "pendiente", como sostiene Manglano, o "presidente", como dice Perote, sino establecer si la anotación manuscrita "Me lo quedo Pte. para el viernes" se refiere al aviso de que iba a comenzar la guerra sucia.Garzón contaba con un nuevo elemento: La respuesta que le ha enviado el Ministerio de Defensa (de la que informó EL PMS el pasado 6 de junio),en la que le explica que, según se deduce del orden de microfilmación de las notas, la frase manuscrita por Manglano no corresponde al aviso, sino a otro documento, referido también al sur de Francia, que no fuemicrofilinado y del que, por tanto, no se conserva copia.

Perote intentó rebatir esta respuesta explicando que las notas fueron agrupadas en tres carpetas y microfilmadas de atrás hacia adelante. Agregó que si no le hubiera entregado el aviso a Manglano, éste habría escrito la palabra "falta" en la casilla correspondiente. El magistrado tuvo que pedirle que repitiera su explicación, según alguno de los presentes, ya que resultaba muy confusa.

Manglano admitió que no podía "resolver el dilema" entre la versión de Defensa y la de Perote, ya que no era de su competencia el sistema de microfilmación de los documentos del Cesid, pero que la primera le parecía "más lógica".

Si bien la afirmación de Manglano de que no recuerda si despachó o no este asunto con Perote resulta muy débil, tiene al menos la ventaja de que ha sostenido la misma versión desde el principio, al, contrario que su antiguo subordinado.

Perote aseguró también desconocer que existiera en el Cesid un "manual de descriptores de destinos", según el cual la abreviatura que correspondía al presidente del Gobierno era "PG" y no "Pte.", como ha explicado en su respuesta el Ministerio de Defensa. Desde 1984, en que se hizo una versión informática de este manual, agrega el escrito de Defensa, las siglas para referirse al jefe del Ejecutivo son "PG-J". El ex jefe de la Agrupación Operativa insistió en que el sello con el anagrama de los GAL se elaboró en el Cesid, si bien no pudo identificar quién se lo reclamó, y admitió que fue una deducción suya la afirmación de que su destinatario era el entonces director de la Guardia Civil, José Antonio Sáenz de Santa María, o su jefe de Estado Mayor, Andrés Cassinello.

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Perote dijo que no reveló ni al ex banquero Mario Conde ni a El Mundo el contenido de las microfichas que se llevó del Cesid, aunque reconoció haber comentado "con muchas personas" asuntos de su trabajo.

Ratificó igualmente que avisó con antelación a Manglano de algunos atentados de los GAL, si bien no le precisó el lugar ni las víctimas, ni ha sabido luego quiénes fueron sus autores.

Garzón ha dado a las acusaciones del caso Oñederra seis días de plazo para que se pronuncien sobre el eventual procesamiento de los imputados; entre otros, los generales Santa María, Cassinello, Enrique Rodríguez Galindo y Manglano.

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