Chirac y Kohl apoyan a Rumania y Eslovenia para entrar en la OTAN
Los Gobiernos de Francia y Alemania decidieron ayer apoyar la candidatura de Rumania a ingresar en la OTAN, "pese a las reticencias de Estados Unidos". El presidente Jacques Chirac y el canciller alemán, Helmut Kohl, agregaron que se podía buscar "alguna fórmula" para que otros países, como Eslovenia, se vincularan también a la Alianza Atlántica tras la próxima ampliación, aunque no ingresaran formalmente.Ni Eslovenia ni Rumania se resignan a ser excluidas de la primera ola de la ampliación de la OTAN. Así lo manifestaron ayer sus ministros de Defensa en la primera reunión del Consejo Euroatlá...
Los Gobiernos de Francia y Alemania decidieron ayer apoyar la candidatura de Rumania a ingresar en la OTAN, "pese a las reticencias de Estados Unidos". El presidente Jacques Chirac y el canciller alemán, Helmut Kohl, agregaron que se podía buscar "alguna fórmula" para que otros países, como Eslovenia, se vincularan también a la Alianza Atlántica tras la próxima ampliación, aunque no ingresaran formalmente.Ni Eslovenia ni Rumania se resignan a ser excluidas de la primera ola de la ampliación de la OTAN. Así lo manifestaron ayer sus ministros de Defensa en la primera reunión del Consejo Euroatlántico, un organismo de la Asociación por la Paz que agrupa a la Alianza con sus socios externos y que se reunirá con más frecuencia (cada mes en vez de semestralmente) y permitirá a los socios seguir la planificación estratégica de las operaciones para mantener la paz desde su inicio.
"Cumplimos los criterios para entrar, hemos realizado las reformas necesarias para figurar en el primer grupo y no existen criterios objetivos para excluirnos", manifestó el ministro esloveno, Turnsek Tit. Su colega rumano, Victor Babiuc, se expresó en idénticos términos. Tanto ellos como el ministro polaco y dirigentes de la Alianza insistieron en que las puertas quedarían abiertas tras la primera fase de su ampliación al Este.
Desde las capitales, el, mensaje era más áspero. El primer ministro esloveno, Janez Drnovsek, se quejó de que el anuncio norteamericano del miércoles "nos tomó por sorpresa, y no de forma positiva". Pidió a cambio una compensación: la rápida integración en la Unión Europea. Despechado, el ministro rumano de Hacienda, Mircea Ciumara, mostró su "desengaño", pero, de perdidos al río, aseguró que el veto le permitirá "reducir impuestos".
Los socios europeos de Estados Unidos en la Alianza Atlántica no dan de momento su brazo a torcer en su apoyo a que estos dos países entren en el primer grupo, junto a polacos, checos y húngaros.