Unió pide un Estado confederal para las competencias en lengua y cultura
El consejo nacional de Unió Democrática aprobó ayer un documento estratégico sobre el modelo de Estado que propugna para España. La propuesta democristiana pasa por introducir tres "ajustes" en la Constitución, pero sobre todo por la recuperación de la concepción asimétrica del Estado de las autonomías que, según Unió, figuraba en el espíritu constitucional pero que se ha perdido a la hora de desarrollar la Carta Magna. Este Estado, señala el documento aprobado ayer, debería responder a una triple naturaleza: confederal en todo aquello que afecte a la identidad de Cataluña (lengua, cultura, De...
El consejo nacional de Unió Democrática aprobó ayer un documento estratégico sobre el modelo de Estado que propugna para España. La propuesta democristiana pasa por introducir tres "ajustes" en la Constitución, pero sobre todo por la recuperación de la concepción asimétrica del Estado de las autonomías que, según Unió, figuraba en el espíritu constitucional pero que se ha perdido a la hora de desarrollar la Carta Magna. Este Estado, señala el documento aprobado ayer, debería responder a una triple naturaleza: confederal en todo aquello que afecte a la identidad de Cataluña (lengua, cultura, Derecho civil y, se añadió al Final, política de bienestar); federal en materia económica y de hacienda pública, con una relación bilateral en cuestión de financiación, autonómica, y autónomico, aunque no simétrico, en todo lo demás.Este documento estratégico será la aportación de Unió al programa de la coalición Convergencia i Unió, sea para presentarse a unas próximas elecciones sea para negociar con las fuerzas políticas mayoritarias en toda España. Convergéncia Democrática aprobará sus propuestas el próximo 15 de junio, pero ya se sabe que no serán contradictorias con las de Unió.
Los "ajustes" constItucionales propuestos -Unió considera que no se trata de verdaderas reformas de la Constitución, porque no suponen cambios sustanciales- hacen referencia a suprimir la actual prohibición a que las comunidades autónomas puedan federarse; al reconocimiento a la Generalitat de la capacidad de veto sobre determinadas disposiciones del Gobierno central, y a la conversión del Senado en una verdadera Cámara Territorial.
Unió conserva como doctrina desde su fundación en 1931 que el objetivo último del partido es la confederación de los pueblos ibéricos. Pero el documento aprobado ayer es más coyuntural y por tanto menos ambicioso.
La naturaleza confederal que se reclama se circunscribe a los elementos que definen la identidad de Cataluña como nación, en los que la Generalitat debería ser plenamente soberana.