La consulta de los deberes

La Consejería de Educación ayuda a los alumnos de los barrios del sur en sus tareas

A Borja García, un alumno de 15 años en primero de Formación Profesional y vecino del Pozo del Tío Raimundo, ya no le agobia llegar a casa y tener que hacer los deberes del colegio solo y sin apoyo. Dos veces por semana, tres horas en total, acude! a hacer las tareas escolares al colegio El Madroño (distrito de Vallecas), donde un grupo de profesores ayudan a resolver las dudas y a orientar en sus estudios a los alumnos de 11 a 15 años de la zona sureste, donde se concentra la mayor tasa del fracaso escolar. El, 30% de los estudiantes de estos barrios abandona las aulas sin conseguir el título...

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A Borja García, un alumno de 15 años en primero de Formación Profesional y vecino del Pozo del Tío Raimundo, ya no le agobia llegar a casa y tener que hacer los deberes del colegio solo y sin apoyo. Dos veces por semana, tres horas en total, acude! a hacer las tareas escolares al colegio El Madroño (distrito de Vallecas), donde un grupo de profesores ayudan a resolver las dudas y a orientar en sus estudios a los alumnos de 11 a 15 años de la zona sureste, donde se concentra la mayor tasa del fracaso escolar. El, 30% de los estudiantes de estos barrios abandona las aulas sin conseguir el título de Graduado Escolar.Este programa de recuperación del aprendizaje a través de los deberes es una iniciativa de la Consejería de Educación y Cultura, del que se pueden beneficiar los chavales de unos 40 colegios de, Vallecas y Orcasitas. El objetivo es mejorar el rendimiento escolar de los alumnos de las zonas más desprotegidas.

Lo explica una de las responsables del programa, Carmen Madrazo: "Intentamos ayudar a los chicos que por circunstancias personales no pueden seguir un ritmo normal en su aprendizaje, y por tanto están en desventaja sobre el resto, a hacer los deberes y a que reflexionen sobre ellos, y que aprendan a diseñar su propio plan de estudios. Es nuestro deber orientar su futuro y su inserción social".Las clases de recuperación se imparten, fuera del horario escolar, en dos colegios, El Madroño y Virgen de África (Orcasitas). La proporción es de seis alumnos por tutor. "De esta manera se consigue una atención mucho más individualizada", prosigue la profesora Madrazo, " y se puede llegar a obtener un nivel adecuado en sus aprendizajes, así como una mejora de la autoestima del estudiante".Algo de esto ya le ha ocurrido a Alejandro Oteo, un chaval de 13 años que cursa segundo curso de Secundaria en Vallecas. "Voy a suspender casi todas las asignaturas porque voy muy retrasado en el curso, pero desde que vengo a estas clases y me resuelven las dudas estudio más", explica este chico, que confiesa que en su casa tiene poco apoyo. "Mis padres me ayudan en lo que pueden, pero para ellos hay problemas, sobre todo en matemáticas, que son muy difíciles", añade Alejandro. Después reconoce su problema: "En casa sólo escucho música. Y así ..."Otro que por culpa de sus despistes va un curso retrasado es Carlos Díaz: con 14 años estudia primero de Secundaria. Para recuperar el tiempo perdido acude dos veces por semana a hacer los deberes a El Madroño. Ayer se entretenía haciendo problemas sobre divisiones. "No me gusta estudiar, llego a mi casa y me pongo a ver la tele. En estas clases particulares me animan a seguir. Es muy difícil hacer los deberes sin ningún apoyo en casa. Mis padres me ayudan en lo que pueden, pero ellos no han estudiado mucho", contaba.Además de las clases, en El Madroño se ha abierto la biblioteca del centro a todos los vecinos del barrio. "Queremos que las escuelas sean el foco de lectura para niños y mayores", dice la responsable, Concha Aranguren.

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