Crítica:LIBROS

Proyectando otra escuela.

Carmen Díez Navarro. Ediciones de la Torre. 205 páginas. Madrid, 1996.Este libro recopila artículos publicados e inéditos con un hilo común en sus tres capítulos: dar la palabra a los niños, escucharlos y convertir sus voces en un referente para "repensar" la escuela. Ésa es la propuesta de Carmen Díez Navarro a lo largo de estas páginas; la autora reúne sus experiencias en el aula y las aliña con reflexiones sobre la necesidad de auscultar la escuela para ir caminando, según sus palabras, hacia "otra escuela que dé paso a los sentimientos y a las ideas; que responda al momento en que v...

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Carmen Díez Navarro. Ediciones de la Torre. 205 páginas. Madrid, 1996.Este libro recopila artículos publicados e inéditos con un hilo común en sus tres capítulos: dar la palabra a los niños, escucharlos y convertir sus voces en un referente para "repensar" la escuela. Ésa es la propuesta de Carmen Díez Navarro a lo largo de estas páginas; la autora reúne sus experiencias en el aula y las aliña con reflexiones sobre la necesidad de auscultar la escuela para ir caminando, según sus palabras, hacia "otra escuela que dé paso a los sentimientos y a las ideas; que responda al momento en que vivimos; que haga un sitio al placer, a las ganas de descubrir. Otra escuela donde la pedagogía, la experiencia y el deseo de enseñar se unan y permitan brotar otros maestros, otros currículos con menos erres y con más corazón".

La autora explica su visión pedagógica de la enseñanza infantil valiéndose de las experiencias que ha ido acumulando a lo largo de 24 años de práctica docente, y que le permiten afirmar al final de este libro que su actual pensamiento pedagógico "se ha ido confeccionando a través de la escucha de los niños".

"Para algunos de nosotros, la utopía pedagógica ha pasado por soñar una escuela donde tuvieran cabida los afectos, los compañeros, las ganas de saber. Otros sueñan con una escuela llena de árboles, cuadros, ordenadores, música... Todo menos una escuela parada, absurda, exigente y triste", señala Díez Navarro, para quien la educación debe facilitar un camino de aprendizaje que permita al alumno "reconocer la realidad".

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