San Sebastián se moviliza para que la M-50 no le separe de su pulmón verde
Los habitantes de San Sebastián de los Reyes (58.000 habitantes), apoyados por sus vecinos de Alcobendas (83.000), se han movilizado este fin de semana para que el trazado de la futura carretera M-50 no les separe del único espacio natural del que disfrutan en su municipio: la dehesa Boyal, un encinar de 232 hectáreas que quedará separado del municipio por seis carriles de autovía si prospera el trazado propuesto por el Ministerio de Fomento.
Vecinos de ambos municipios, ecologistas y políticos locales, agrupados en la plataforma M-50 No, acamparon ayer -y seguirán hasta el mediodía...
Los habitantes de San Sebastián de los Reyes (58.000 habitantes), apoyados por sus vecinos de Alcobendas (83.000), se han movilizado este fin de semana para que el trazado de la futura carretera M-50 no les separe del único espacio natural del que disfrutan en su municipio: la dehesa Boyal, un encinar de 232 hectáreas que quedará separado del municipio por seis carriles de autovía si prospera el trazado propuesto por el Ministerio de Fomento.
Vecinos de ambos municipios, ecologistas y políticos locales, agrupados en la plataforma M-50 No, acamparon ayer -y seguirán hasta el mediodía de hoy- en la entrada de este espacio natural. La M-50 es sólo la última de una serie de amenazas que este espacio verde, incluido ahora dentro del Parque Natural de la Cuenca Alta del Manzanares, ha sufrido desde que fue cedido al municipio en 1493 por los Reyes Católicos.
En el archivo municipal existen documentos que demuestran que en el siglo XVI los alcaldes hubieron de prohibir la tala de encinas para evitar la destrucción de la dehesa. Algunos nobles llegaron incluso a quemar el municipio para reclamar su derecho sobre la dehesa Boyal. Los problemas parecieron terminar cuando en 1957 se aprobó que la dehesa no podía ser vendida.