Dos atracadores asesinan a un cliente de un banco en Marbella y se dan a la fuga
Dos atracadores asesinaron ayer por la mañana de un tiro a un cliente de una sucursal de Banesto en Marbella. La víctima, que realizaba una operación de cambio de moneda en el banco, fue abatida por no de los atracadores sin motivo aparente. Los asaltantes, que actuaron a cara descubierta armados con una pistola y una escopeta, lograron burlar el cerco policial y darse a la fuga con un millón de pesetas como botín. La juez que instruye el caso intervino la cámara de circuito cerrado de televisión en la que ha quedado grabada su imagen.
Rafael González Pereira, de 47 años, director de un...
Dos atracadores asesinaron ayer por la mañana de un tiro a un cliente de una sucursal de Banesto en Marbella. La víctima, que realizaba una operación de cambio de moneda en el banco, fue abatida por no de los atracadores sin motivo aparente. Los asaltantes, que actuaron a cara descubierta armados con una pistola y una escopeta, lograron burlar el cerco policial y darse a la fuga con un millón de pesetas como botín. La juez que instruye el caso intervino la cámara de circuito cerrado de televisión en la que ha quedado grabada su imagen.
Rafael González Pereira, de 47 años, director de una agencia de viajes de Marbella, casado y padre de tres hijos, estaba en la mesa del interventor de la sucursal de Banesto en la barriada del Pinar de Miraflores cuando un tiro a la altura de la axila izquierda le segó la vida. "El tiro no se les escapó, no sé si quisieron matarle o asustarle, pero el disparo no fue fortuito", declaró conmocionado José Antonio Quero, el empleado que se encontraba atendiendo a la víctima cuando se produjo el disparo.Los atracadores llegaron a la oficina bancaria sobre las nueve y diez de la mañana "bien vestidos", por lo que no levantaron sospecha entre los empleados. Estos creyeron que se trataba de buenos clientes o directivos de la propia entidad. Para algunos testigos, los dos asaltantes llevaban traje; para otros, uno de ellos iba en chándal. Los dos hombres, delgados, de 1,75 metros de estatura, de alrededor de 35 años, moreno uno y rubio con bigote el otro, se dirigieron a la caja para exigir que se les entregara el dinero que había en la oficina y ordenar a los empleados de la pequeña sucursal, de unos 50 metros cuadrados, que se echaran al suelo.
Delincuentes comunes
Los trabajadores no ofrecieron resistencia y obedecieron a los atracadores, que emplearon menos de dos minutos en cometer el robo a cara descubierta y hacerse con un millón de pesetas. Para la policía no hay duda de que el atraco lo perpetraron delincuentes comunes y que sólo su nerviosismo les llevó a provocar una muerte de forma gratuita. "Una banda organizada no actúa de este modo", recalcó un portavoz policial.
El proyectil alcanzó a González en el costado izquierdo de su cuerpo y se alojó entre la axila y la escápula de la víctima. La asistencia del servicio de emergencia 061 no tuvo siquiera tiempo de intentar su reanimación.
La víctima, natural de Algeciras, vivía en la Costa del Sol desde hacía varios años, donde era responsable de la agencia de viajes Marbella Travel. En el momento del atraco, González se encontraba en la mesa de Quero cambiando monedas extranjeras de la recaudación de su oficina de la jornada anterior, como hacía casi a diario. Los delincuentes penetraron en la sucursal bancaria armados con una pistola y una escopeta de cañones recortados. La fuga la iniciaron a pie por la zona, cercana a los juzgados, para luego perderse en un vehículo, que algunos testigos describieron como un cuatro por cuatro de color gris y con matrícula gibraltareña, datos que la policía no confirmó.
La titular del juzgado número 7 de Marbella, Mariana Peregrina, ordenó dos horas después del suceso el levantamiento del cadáver del industrial e intervino la cámara de circuito cerrado de televisión del banco y la caja donde se hallaba el dinero.
Las imágenes tomadas por el vídeo de la sucursal bancaria precisarán el aspecto de los delincuentes y en la caja se analizarán las huellas.
Durante el atraco sólo se encontraban en el banco de la Avenida del Trapiche dos clientes: González y una segunda persona que estaba entonces reunida con el director de la sucursal en su despacho. Los empleados de la oficina bancaria se mostraban perplejos por la muerte del director de la agencia de viajes y por "la rapidez con que se produjo todo".
Vecinos de la barriada del Pinar de Miraflores, que se congregaron durante varias horas alrededor de la oficina bancaria atracada, se quejaron de la falta de control policial en la zona "como se hace en el centro", y pidieron más medidas de seguridad.