En tierra de nadie

Las calles donde viven 3.000 vecinos madrileños no aparecen en el callejero capitalino; los barrenderos nunca las limpian; la policía local se pierde antes de llegar a ellas; los bomberos tardan en encontrarlas. Es lo que denuncian las mil familias de la urbanización Covibar, pegada a Rivas-Vaciamadrid (22.000 habítantes) pero dependiente del distrito de Vicálvaro, cuyo casco está a 8 kilómetros. Los vecinos se declaran abandonados. El municipio de Rivas, gobernado por IU, ha ofrecido a Madrid terrenos para acogerlos.La paradoja empieza cuando los vecinos muestran la frontera entre los dos mun...

Las calles donde viven 3.000 vecinos madrileños no aparecen en el callejero capitalino; los barrenderos nunca las limpian; la policía local se pierde antes de llegar a ellas; los bomberos tardan en encontrarlas. Es lo que denuncian las mil familias de la urbanización Covibar, pegada a Rivas-Vaciamadrid (22.000 habítantes) pero dependiente del distrito de Vicálvaro, cuyo casco está a 8 kilómetros. Los vecinos se declaran abandonados. El municipio de Rivas, gobernado por IU, ha ofrecido a Madrid terrenos para acogerlos.La paradoja empieza cuando los vecinos muestran la frontera entre los dos municipios, situada en medio de una calle dedicada a Dolores Ibarruri, en el corazón de la urbanización Covibar. A la izquierda, Rivas-Vaciarnadrid; a la derecha, mil familias madrileñas. Más allá, un descampado de ocho kilómetros que termina en Vicálvaro, lugar al que, jurídicamente, pertenecen esos vecinos acostumbrados a protagonizar historias kafkianas. Así, cada vez que hay que rellenar un papel, los de la izquierda de la calle van andando a Rivas. A los de la derecha no les queda otro remedio que coger el coche (o el autobús) y perder media mañana. Los barrenderos no se acercan al lado madrileño de la colonia, construida en 1987. Las calles las limpia una cooperativa contratada por la urbanización. "Una familia tuvo que esperar más de ocho horas con el cuerpo presente de un pariente fallecido: el forense se perdió", explica Esperanza Guzmán, de 32 años, una de las vecinas del lado madrileño.

Permuta de terrenos

El gerente de Urbanismo de Rivas, José Montoya, de IU, ha pedido al Ayuntamiento de Madrid que arregle el asunto: "La solución es una permuta de terrenos. Nosotros ya hemos ofrecido los nuestros, pero esperamos una respuesta. Lo que pasa es que esta gente vota en Vicálvaro y es mayoritariamente de izquierdas. 2.000 votos significan poco en Vicálvaro, pero en Rivas pueden valer un concejal", sostiene Montoya. Ángel Pérez, coordinador regional de IU, visitó la semana pasada la colonia para denunciar el asunto.Mercedes de la Merced, concejala de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Madrid (PP), cree que la explicación electoral es "absurda". "Hay que cambiar la situación de esas personas y hacer que pertenezcan a Rivas, pero tenemos que estudiar despacio los terrenos que nos ofrece Rivas, ya que puede que pase por ahí el AVE a Barcelona, en cuyo caso no nos conviene el suelo", añade de la Merced.

Mientras tanto, los problemas fronterizos se suceden. Los abuelos censados en Madrid- no tienen voto en el abarrotado Hogar del Jubilado del Rivas.