Dos concejales de HB, obligados por los vecinos a ver los destrozos de un 'batzoki'

Una veintena de vecinos de Idiazabal (Guipúzcoa), hastiados de la violencia callejera generada por los simpatizantes de ETA, se trasladaron el pasado viernes por la noche hasta los domicilios de los dos concejales de Herri Batasuna (IHB) en el municipio y les obligaron a acudir a ver un batzoki (sede del PNV) quemado minutos antes por unos encapuchados. Según el viceconsejero de Interior del Gobierno vasco, José Manuel Martiarena, el coraje de los ciudadanos y el buen trabajo de la Ertzaintza determinaron el fracaso en Euskadi de la huelga general convocada para ese día por HB.

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Una veintena de vecinos de Idiazabal (Guipúzcoa), hastiados de la violencia callejera generada por los simpatizantes de ETA, se trasladaron el pasado viernes por la noche hasta los domicilios de los dos concejales de Herri Batasuna (IHB) en el municipio y les obligaron a acudir a ver un batzoki (sede del PNV) quemado minutos antes por unos encapuchados. Según el viceconsejero de Interior del Gobierno vasco, José Manuel Martiarena, el coraje de los ciudadanos y el buen trabajo de la Ertzaintza determinaron el fracaso en Euskadi de la huelga general convocada para ese día por HB.

Cuatro jóvenes encapuchados rompieron hacia las 21.30 horas del viernes un cristal del batzoki en la calle Mayor de Idiazabal, arrojaron a su interior un bidón de gasolina y le prendieron fuego. Los vecinos del inmueble en el, que se encuentra la sede - del PNV. salieron a toda prisa de sus pisos y, junto a varios comerciantes de la calle, apagaron las llamas con una decena de extintores. En cualquier caso, el incendio ya había causado importantes desperfectos.Fue entonces cuando un grupo de ellos, indignado por lo ocurrido, optó por presentarse en los domicilios de los dos concejales de HB, Martín Lizarazu y Andoni Alberdi. Con enérgica insistencia, les conminaron a que bajaran a la calle y les acompañaran hasta el batzoki para que vieran con sus propios ojos lo que había sucedido: No les quedó más remedio que hacerlo. Unos y otros caminaron entonces, sin mediar ya palabras, hasta el recinto peneuvista.

Luego, una vez que todos estaban ante el local destruido, se inició una discusión de cerca. de dos horas en la que los vecinos y los comerciantes responsabilizaron del suceso a los ediles. Lizarazu y Alberdi adujeron que ellos no tenían nada que ver, que no eran culpables de nada. Ante sus argumentos, aquéllos les reclamaron que se desmarquen públicamente de este sabotaje y condenen tales acciones.

Idiazabal tiene 2.047 habitantes. Su Ayuntamiento es gobernado, por Eusko Alkartasuna, con siete concejales por dos del PNV y otros tantos de HB. El equipo de gobierno tiene previsto sacar un bando en el sentido de que el paro no fue secundado por la mayoría de la población y que si los comerciantes cerraron fue por miedo. Precisamente la propietaria de un local se lamentaba ante el batzoki: "No abrimos por el temor a lo que es capaz de hacer esta gente. ¿De qué ha servido?".

El batzoki de Idiazabal no fue el único en sufrir el ataque de los violentos. Ayer, a las 7.15, también resultó dañado el de Zeberio (Vizcaya). Unos desconocidos lanzaron varios cócteles mólotov contra su fachada lateral y quemaron unas sillas que se hallaban en el exterior.

Para José Manuel Martiarena, el viceconsejero de Interior del Gobierno vasco, la decisión de los ciudadanos y el buen trabajo de la Ertzaintza fueron determinantes para el fracaso en Euskadi de la huelga convocada por HB. Según Martiarena, hubo 134 detenidos entre el País Vasco y Navarra. Todos quedaron en libertad tras ser acusados de desórdenes públicos y desacato a la autoridad

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