NUEVO FRENTE EN LOS BALCANES

"No queremos sangre", dice el jefe de las tropas que cercan Valona

"Tenemos bloqueados con armamento pesado todos los accesos a Valona, pero no va a pasar nada, no queremos sangre, porque somos demócratas. Ellos van a entregar las armas y nosotros entraremos en la ciudad, en Valona y en las demás. Los criminales serán llevados ante los tribunales". Quien habla tan tajantemente es el responsable sobre el terreno de las operaciones militares del cerco de Valona y, contra lo que sugiere el sentido común, no se trata de un general o un coronel, sino de un miembro del SHIK, los servicios secretos del régimen."No tengo nombre", dice a este enviado en una salita ane...

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"Tenemos bloqueados con armamento pesado todos los accesos a Valona, pero no va a pasar nada, no queremos sangre, porque somos demócratas. Ellos van a entregar las armas y nosotros entraremos en la ciudad, en Valona y en las demás. Los criminales serán llevados ante los tribunales". Quien habla tan tajantemente es el responsable sobre el terreno de las operaciones militares del cerco de Valona y, contra lo que sugiere el sentido común, no se trata de un general o un coronel, sino de un miembro del SHIK, los servicios secretos del régimen."No tengo nombre", dice a este enviado en una salita aneja a un restaurante de carretera de las afueras de Fier, junto al cual las fuerzas de artillería y blindadas de asalto han instalado su cuartel general, a unos 25 kilómetros de Valona. "Todo se resolverá pacíficamente", añade con una media sonrisa, antes de explicar los orígenes de la revuelta popular. "En Albania tenemos un dicho: si pierdes el dinero, pierdes el alma. La gente de Valona, especialmente, se puso muy nerviosa con la pérdida de sus ahorros, y eso ha sido aprovechado por los agitadores. Todo lo ha promovido la izquierda, los ex comunistas, que perdieron el poder y quieren recuperarlo".Berisha y el Ejército

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Que el presidente Berisha tiene dificultades con sus Fuerzas Armadas, de las que constitucionalmente es comandante supremo, es un secreto a voces. Esta misma semana ha destituido a su jefe, el general Sheme Kosova, al que se acusa de falta de energía en la represión inicial de las sublevaciones sureñas y de celo en la custodia de las instalaciones castrenses. Le ha sustituido por Adem Copani, un asesor personal. Las operaciones militares en el sur del país las dirige el jefe del SHIK, Bashkim Gazidede.

Sinnombre, siempre junto a un teléfono celular que no cesa de funcionar y por el que va desgranando órdenes, es explícito en este punto: "Berisha tiene muchos adversarios en el Ejército", dice, y anuncia sin ninguna emoción el comienzo de una purga cuyo primer movimiento sería el encarcelamiento del ex ministro de Defensa Safet Zhulali, "ahora en arresto domiciliario, en cuanto se consiga levantar su inmunidad parlamentaria".

Entre los expertos, el Ejército de Albania es considerado de museo, pese a que en el año 1995 participó en media docena de maniobras con EE UU. Los carros de combate teóricamente destinados a entrar en Valona, arrancados ayer por sus servidores, son de los años cincuenta, y un poco posteriores sus blindados de transporte. El Instituto de Estudios Estratégicos cifra en 73.000 el número de soldados, de los que 60.000 pertenecen al Ejército, 11.000 a la Aviación y los 2.000 restantes a la Armada. Sus decrépitas instalaciones en el puerto de Valona están ahora en manos de los insurrectos.

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