El Gobierno 'privatizó' la información sobre la visita de Aznar a Alemania

La Secretaría de Estado para la Comunicación, que dirige Miguel Ángel Rodríguez, privatizó a su manera la información de la prensa alemana sobre la reciente visita a Bonn de José María Aznar: contrató a la empresa multinacional de relaciones públicas Burson-Marsteller, que contactó y ofreció entrevistas a los medios de comunicación germanos más importantes. Un portavoz de Ia secretaría de Estado negó a este periódico que se hubiera contratado ese servicio, pero un ejecutivo de la empresa en Hamburgo lo confirmó.

, Sönke Nissen, directivo de Burson-Marsteller, declaró que no se trató...

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La Secretaría de Estado para la Comunicación, que dirige Miguel Ángel Rodríguez, privatizó a su manera la información de la prensa alemana sobre la reciente visita a Bonn de José María Aznar: contrató a la empresa multinacional de relaciones públicas Burson-Marsteller, que contactó y ofreció entrevistas a los medios de comunicación germanos más importantes. Un portavoz de Ia secretaría de Estado negó a este periódico que se hubiera contratado ese servicio, pero un ejecutivo de la empresa en Hamburgo lo confirmó.

, Sönke Nissen, directivo de Burson-Marsteller, declaró que no se trató de un contrato permanente, sino de una prestación especial para la visita. Añadió que el trabajo fue solicitado por la oficina española equivalente "a la oficina federal de prensa de Alemania".Ni el Ministerio de exteriores en Madrid ni la embajada de España en Bonn conocían esta actividad de Burson-Marsteller. Algunos corresponsales alemanes se mostraron entre asombrados e indignados al ser contactados por una empresa de relaciones públicas, y no por los organismos estatales encargados de la política informativa española. En algún caso, la fórmula elegida para promocionar la imagen del presidente del Gobierno podría incluso tener un efecto bumerán.

El prestigioso diario conservador Frankfurter AlIgemeine decidió aplazar una entrevista con Aznar porque Burson-Marsteller se la ofreció primero al semanario Die Zeit. La entrevista con este medio se realizó en Madrid, y un empleado español de Burson-Marsteller trasladó a dos enviados especiales a La Moncloa.

Entre funcionarios españoles consultados hay división de opiniones sobre los nuevos métodos de trato con la prensa extranjera de La Moncloa. Un diplomático considera que es un mecanismo práctico y de gran resultado, "porque es mejor dejar estas cosas en manos de profesionales y el efecto que se consigue es mucho más positivo para España, sobre todo de cara a los inversores extranjeros. La entrevista con Die Zeit resultó extraordinaria". En cambio, un funcionario de la Secretaría de Estado se lamentaba de que, al no recibir información, se producen interferencias y se duplican las gestiones. "No se necesitan estas agencias cuando se tienen oficinas de prensa que funcionan bien en las embajadas", dijo. Un corresponsal alemán de televisión escribió una carta de queja al secretario de Estado, Miguel Angel Rodríguez, porque considera que, al dirigirse la agencia de relaciones públicas a la central en Alemania, se pierde tiempo. Con el Frankfurter Allgemeine la agencia trató de sacar una entrevista con Aznar en el suplemento de fin de semana, que no publica este tipo de reportajes. Ese diario publicó, la víspera de la visita de Aznar a Bonn, un largo comentario encomiástico en la parte más destacada de la sección de Economía, firmado por su corresponsal económico en Madrid, Wolfram Weimer. De este artículo casi se desprende que la economía española es poco menos que una especie de tigre mediterráneo que se va a comer la Europa de Maastricht de dos bocados. Este trabajo, traducido al español, se encontraba en las redacciones de varios medios públicos en Madrid, antes de que sus corresponsales lo enviasen. De las redacciones centrales de Efe y TVE se pidió una crónica sobre el elogioso comentario a los corresponsales en Alemania.

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