Obras y demoras

Los vecinos de la comunidad de propietarios San Buenaventura, 10, de Madrid, han padecido, como tantos otros en España, el problema ' de convivir con morosos. Tres de los propietarios de la finca no quisieron pagar las obras de rehabilitación del edificio, con más de 70 años de antigüedad. Durante cinco años los propietarios han sufrido humedades, peligro de derribo, vigas carcomidas y escalones agujereados. Las obras habían sido autorizadas y aprobadas en junta extraordinaria por la mayoría de los vecinos. "Se creó una situación de impotencia en la comunidad y de inseguridad importante para t...

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Los vecinos de la comunidad de propietarios San Buenaventura, 10, de Madrid, han padecido, como tantos otros en España, el problema ' de convivir con morosos. Tres de los propietarios de la finca no quisieron pagar las obras de rehabilitación del edificio, con más de 70 años de antigüedad. Durante cinco años los propietarios han sufrido humedades, peligro de derribo, vigas carcomidas y escalones agujereados. Las obras habían sido autorizadas y aprobadas en junta extraordinaria por la mayoría de los vecinos. "Se creó una situación de impotencia en la comunidad y de inseguridad importante para todos los vecinos", explica su presidente en funciones José Manuel Martínez Hermoso. Al año de haber iniciado la adecuación de la finca a las exigencias de la Gerencia de Urbanismo por cuestiones de seguridad, las obras tuvieron que pararse. Los morosos debían un total de 13 millones de pesetas y niguno de ellos vivía en la finca. El resto de propietarios no pudo hacer frente a los gastos. "Los vecinos son familias humildes, ancianos que dependen de su jubilación. No se pueden permitir grandes gastos continúa Martínez Hermoso. A esto se sumó la estafa de la constructora, que dejó a medias las obras llevándose 15 millones de más.Hace un año que dos de las viviendas de los deudores han sido vendidas. Sus compradores han asumido las deudas. Se ha podido continuar con las reformas. El vecino moroso, que debe cuatro millones de pesetas desde hace cuatro años, sigue en los tribunales. Los vecinos esperan la sentencia definitiva. "Aunque se falle a nuestro favor, no es una garantía de que podamos cobrar de inmediato. De todos modos, si no tiene dinero tendrá que pagar con la propiedad".

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