Cataluña quiere negociar este año los impuestos especiales

La Generalitat de Cataluña, que preside Jordi Pujol, quiere negociar con el Gobierno este mismo año la cesión de los impuestos especiales, una vez remita la polémica creada por la oposición de las comunidades autónomas socialistas al nuevo sistema de financiación autonómica, señaló ayer el consejero de la Presidencia, Xavier Trias.El Consejo de Política Fiscal y Financiera creó anteayer un grupo de trabajo para estudiar la cesión de estos impuestos a las comunidades autónomas y, el pasado sábado, el vicepresidente del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos, declaró en Barcelona que el Gobierno est...

La Generalitat de Cataluña, que preside Jordi Pujol, quiere negociar con el Gobierno este mismo año la cesión de los impuestos especiales, una vez remita la polémica creada por la oposición de las comunidades autónomas socialistas al nuevo sistema de financiación autonómica, señaló ayer el consejero de la Presidencia, Xavier Trias.El Consejo de Política Fiscal y Financiera creó anteayer un grupo de trabajo para estudiar la cesión de estos impuestos a las comunidades autónomas y, el pasado sábado, el vicepresidente del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos, declaró en Barcelona que el Gobierno está abierto a estudiar la transferencia de "nuevas figuras impositivas" cuando se las plantee la Generalitat. Si bien es cierto que Cascos se. cuidó muy mucho de identificar negociación con acuerdo, lo cierto es que, por primera vez, un representante del Gobierno se mostraba abierto a hablar de este asunto.

Trias confirmó ayer que, en la reunión del pasado sábado entre Cascos y una delegación del Gobierno catalán presidida por él mismo, no se habló de impuestos especiales. Fue el vicepresidente político quien, a preguntas de la prensa, expresó la buena disposición del Gobierno central a abrir el pacto con CiU en éste y otros asuntos, como el traspaso de las políticas pasivas del Inem.

El Gobierno catalán entiende que las dificultades técnicas que argumentó el PP durante las negociaciones del pacto para negarse a ceder los impuestos especiales (alcohol, tabaco y gasolinas) han desaparecido una vez se han traspasado al País Vasco, pero se prefiere esperar a que se apague la hoguera provocada por la cesión del 30% del IRPF sin topes y con capacidad normativa.