LA LUCHA CONTRA ETA

Gobierno y PSOE critican a la Ertzaintza por no atajar la violencia en el País Vasco

Las numerosas agresiones y actos vandálicos de jóvenes simpatizantes de ETA el pasado fín de semana en Guipúzcoa han precipitado el debate sobre la actuación de la Ertzaintza, a la que se acusa de no imponer el orden en las calles. El ministro para las Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, se quejó ayer de que "en determinadas zonas" de Euskadi los ertzainas no están garantizando los derechos de los ciudadanos. Y añadió que también a ellos "cabe exigirles unos resulta dos". El portavoz de los socialistas vascos, Fernando Buesa, criticó al presidente del PNV, Xavier Arzalluz, por "atribuir ...

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Las numerosas agresiones y actos vandálicos de jóvenes simpatizantes de ETA el pasado fín de semana en Guipúzcoa han precipitado el debate sobre la actuación de la Ertzaintza, a la que se acusa de no imponer el orden en las calles. El ministro para las Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, se quejó ayer de que "en determinadas zonas" de Euskadi los ertzainas no están garantizando los derechos de los ciudadanos. Y añadió que también a ellos "cabe exigirles unos resulta dos". El portavoz de los socialistas vascos, Fernando Buesa, criticó al presidente del PNV, Xavier Arzalluz, por "atribuir las deficiencias" de la policía autonómica a "una conspiración externa" y le emplazó a organizarla "de un modo más profesional y eficaz".

Rajoy salió a la palestra para recordar que "una de las obligaciones básicas del Estado es el mantenimiento del orden público", e indicar que "en determinadas zonas del País Vasco eso no produce". El ministro rebatió la actitud del presidente del PNV, Xabier Arzalluz, de atribuir a "una mano negra" del Cesid y la Guardia Civil el incremento del malestar y las críticas a la Ertzaintza. "No sé qué está pasando exactamente con la policía autonómica vasca, pero es evidente", dijo, "que la afirmación de Arzalluz no puede justificar cómo actúa esa policía".En declaraciones a la Cadena COPE, Rajoy invitó implícitamente a la Ertzaintza a "asumir sus responsabilidades" y subrayó que "la responsabilidad del mantenimiento del orden público en el País Vasco la tiene el Gobierno vasco y debe ejercer su responsabilidad porque, entre otras cosas, para eso está la autonomía y para eso está el autogobierno".

Fernando Buesa, portavoz del PSE-EE (coligado con el PNV y EA en el Gobierno vasco) fue también muy crítico con la Ertzainza, de la que dijo que "no lo está haciendo de manera eficaz". "Se está poniendo en entredicho", añadió, "la capacidad operativa de este cuerpo para hacer frente a la violencia callejera". Tal vez por ello, anunció que su partido dará un "apoyo político exigente" para la reorganización de la policía bajo criterios profesionales.

La percepción de que la autonomía puede perder sentido ante buena parte de la población si no se ataja la violencia callejera y el terrorismo empieza a estar presente en las esferas políticas vascas. "El crédito de la Ertzaintza es enorme, pero puede disolverse como un azucarillo en el agua si no es capaz de hacer frente a la violencia", señaló recientemente Pablo Mosquera, secretario general de Unidad Alavesa.

La teoría de la mano negra expuesta por Arzalluz fue retomada por el portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, quien dijo que "el Cesid está tratando de desprestigiar a la Ertzaintza" y que ésta se halla sometida a "un acoso similar al que padeció en sus inicios". Anasagasti sustentó así su acusación: "Nosotros tenemos la seria sospecha de que detrás de todo el asunto GAL estuvo el Cesid; por tanto, detrás de muchas cosas que ocurren con la Ertzaintza también creemos que está el Cesid".

La réplica le vino pronto. A la vista de los efectos causados por los cócteles mólotov en la Comandancia de Marina de San Sebastián, atacada en tres ocasiones la madrugada del domingo en ausencia de la Ertzaintza, el delegado del Gobierno en Euskadi, Enrique Villar, emplazó a los responsables de ese cuerpo policial a proteger con más diligencia los edificios oficiales. Más contundente se mostró el secretario general del PP vasco, Carlos Iturgaiz, quien considera "paranoica" la actitud de Arzalluz y ve en la teoría de "la mano negra" un intento de "resucitar fantasmas para ocultar las responsabilidades domésticas".

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Portavoces de la Consejería de Interior rehuyeron entrar en la polémica, pero precisaron que este cuerpo policial ha detenido a más de 400 personas por desórdenes públicos (ayer, precisamente, fue arrestado un contramanifestante en San Sebastián frente a la concentración de apoyo a los dos secuestrados por ETA) y que los resultados de su trabajo "no son en absoluto impresentables". Sí admitieron que la ciudadanía reclama mayor eficacia y se mostraron de acuerdo con la idea, expresada también por dirigentes del PNV, de que "hay que mejorar".

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