Quintana deja de ir a clase por enfermedad y la facultad anuncia su inmediata sustitución

Los alumnos del catedrático empapelan las aulas pidiendo su inhabilitación

El catedrático Guillermo Quintana, autor del libro de contenido racista y sexista La psicología de la personalidad y sus trastornos, dio ayer plantón a sus alumnos. Alegó estar enfermo y la facultad anunció su inmediata sustitución. Los estudiantes de Educación Musical -los que le habían denunciado- le esperaban con las aulas empapeladas de carteles que piden su inhabilitación. El catedrático, cuyos textos tienen un claro contenido racista, obtuvo su plaza ante un tribunal presidido por una diputada del PP. Otra compañera del docente es asesora de la ministra de Educación.

"Es un cobard...

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El catedrático Guillermo Quintana, autor del libro de contenido racista y sexista La psicología de la personalidad y sus trastornos, dio ayer plantón a sus alumnos. Alegó estar enfermo y la facultad anunció su inmediata sustitución. Los estudiantes de Educación Musical -los que le habían denunciado- le esperaban con las aulas empapeladas de carteles que piden su inhabilitación. El catedrático, cuyos textos tienen un claro contenido racista, obtuvo su plaza ante un tribunal presidido por una diputada del PP. Otra compañera del docente es asesora de la ministra de Educación.

"Es un cobarde", aseguraron ayer los alumnos de la Especialidad de Música, que durante dos horas aguardaron la llegada del profesor Quintana a la Escuela María Díaz Jiménez, el edificio en el que estudian perteneciente a la facultad de Educación. El catedrático tenía cita con ellos a las 8.30 de la mañana. Las puertas de este centro amanecieron empapeledas con carteles que piden la inhabilitación del docente. Quintana no acudió a su cita a pesar de que el pasado martes aseguró a este periódico que estaba deseando acudir a clase y dar una explicación a sus alumnos. "Les diré que lamento mucho lo sucedido, y que no estaba en mi voluntad ofender a nadie", aseguró entonces el catedrático.El decanato de la facultad de Educación, que dirige Gonzalo Vázquez, y del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación al cual pertenece el profesor Quintana buscará de forma inmediata un sustituto "para que su baja no perjudique a sus alumnos".

Sin embargo, la indisposición del profesor no fue comunicada a los alumnos hasta media mañana. A las 8.30, puntuales y con más ganas que nunca de encontrarse cara a cara con el polémico catedrático, los alumnos esperaban en la puerta del aula 02. Quintana tienen fama de ser un docente muy puntual. "Hoy seguro, que no viene" vaticinaron ayer los alumnos. Esperaron y esperaron, pero no apareció. "Es un cobarde", aseguró el alumno José Herrero. "Al igual que la nota que nos dio para intentar justificar que no nos había impuesto el libro, que no venga hoy a clase me parece impresentable". "Es que nos teme", señaló José Manuel Corral, de 22 años, el primer alumno que dio la voz de alarma a sus compañeros sobre el contenido racista y sexista de la obra de

Quintana.Los alumnos habían denunciado a su profesor ante el jefe del departamento, Jesús Beltrán, en noviembre pasado, pero los estudiantes se quejan de que sus reproches cayeron en saco roto. El rectorado de la Complutense aseguró ayer que dichas denuncias, si es que existieron como tales, no trascendieron más allá de la propia facultad de Educación, motivo por el que fue imposible que los máximos responsables de esa universidad reaccionaran entonces.

Sí lo han hecho, indicaron las mismas fuentes, en cuanto han tenido conocimiento del contenido del libro. La Universidad Complutense de Madrid es la más amplia de España con 130.000 estudiantes.

Según el acta oficial, Quintana obtuvo su plaza en la facultad de Educación en 1989 gracias a la calificación de un tribunal de cinco docentes presidido por Ana García Alcañiz, diputada del PP. Otra compañera de facultad de Quintana, María Victoria Gordillo Álvarez-Valdés, cuyos textos se distinguen también por su conservadurismo y sus mordaces críticas a políticos socialistas, es asesora de la ministra Esperanza Aguirre.

La ministra tuvo una tibia reacción al criticar el contenido racista del libro de Quintana, pero enseguida citó la libertad de cátedra como argumento. Su actitud le ha valido la inmediata exigencia de IU y PSOE de que comparezca en el Congreso, aunque 24 horas después de su primera declaración puntualizó que la libertad de cátedra no puede amparar las afirmaciones de Quintana, constitutivas de presuntos delitos.

Fernando Lezcano, responsable de Enseñanza de CC OO, calificó ayer de "impresentable" la primera manifestación de la ministra de Educación, aunque le reconoció los reflejos de haber rectificado.

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