Nuevo experimento con proteinas que degeneran a otras

La transmisión de algo que no contiene información genética, o sea, las órdenes para funcionar y replicarse, era algo considerado imposible hasta hace bien poco por la ortodoxia biológica. Sin embargo, la naturaleza se está empeñando en demostrar que es posible y lo está haciendo con unos agentes, los priones, que, lejos de ser una curiosidad científica, parece cierto que causan las encefalopatías espongiformes, como la enfermedad de las vacas locas y que, además, son capaces de saltar de una especie (las vacas) a otra (los humanos).Un nuevo experimento, dirigido por G. C. Telling, de l...

La transmisión de algo que no contiene información genética, o sea, las órdenes para funcionar y replicarse, era algo considerado imposible hasta hace bien poco por la ortodoxia biológica. Sin embargo, la naturaleza se está empeñando en demostrar que es posible y lo está haciendo con unos agentes, los priones, que, lejos de ser una curiosidad científica, parece cierto que causan las encefalopatías espongiformes, como la enfermedad de las vacas locas y que, además, son capaces de saltar de una especie (las vacas) a otra (los humanos).Un nuevo experimento, dirigido por G. C. Telling, de la Universidad de California, demuestra que estas proteínas, en las que nadie ha conseguido descubrir rastro alguno de ácidos nucleicos (componentes del material genético), codifican en su propia estructura y forma las instrucciones para dirigir la formación de otras proteínas patógenas, es decir, que el mero contacto con proteínas normales las convierte en degeneradas.

La experiencia, mediante la cual se inyectó en ratones tejido cerebral de enfermos, indica que es la forma de la proteína la que contiene la información biológica que da lugar a las diferentes cepas de priones. Los autores indican en la revista Science que falta conocer los pasos moleculares por los que una proteína enseña a la otra. O sea, que sigue faltando lo más importante.