Los países en desarrollo logran que la OMC no trate derechos laborales

La primera conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) concluyó ayer en Singapur con una declaración final de los 128 países miembros, en la que se recoge el compromiso de mantener la liberalización del comercio para promover el crecimiento económico.La cuestión más espinosa de la cumbre, los derechos mínimos de los trabajadores, se solventó con un genérico llamamiento "al respeto de las normas sociales fundamentales internacionalmente reconocidas" y la remisión del problema al foro que se considera más adecuado, la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La ...

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La primera conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) concluyó ayer en Singapur con una declaración final de los 128 países miembros, en la que se recoge el compromiso de mantener la liberalización del comercio para promover el crecimiento económico.La cuestión más espinosa de la cumbre, los derechos mínimos de los trabajadores, se solventó con un genérico llamamiento "al respeto de las normas sociales fundamentales internacionalmente reconocidas" y la remisión del problema al foro que se considera más adecuado, la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La declaración, un claro triunfo de los países en desarrollo, que temían una maniobra proteccionista de los países más ricos, fue criticada por las organizaciones sindicales internacionales (CES y CIOSL).

El resultado más concreto de la cumbre fue el compromiso suscrito por 28 países, que representan el 85% del mercado mundial, para rebajar progresivamente los derechos de aduana de las tecnologías de la información, hasta eliminarlos en el año 2000. El acuerdo, al que está prevista la adhesión de otros seis países, hasta representar un 90% del mercado, afectará a 300 productos.

El acuerdo sobre tecnologías de la información, que se aplicará a ordenadores, fotocopiadoras y cable de fibra óptica entre otros productos, es para los países más desarrollados el gran éxito de la reunión. El representante de la UE, Leon Brittan, aseguró que supone "el mayor acuerdo de liberalización del comercio tras la conclusión de la Ronda Uruguay en 1994". Por su parte, el secretario de Estado de Comercio español, José Manuel Fernández Norniella, destacó que se aplicará gradualmente, con lo que la era industria española "no se afectada por un proceso rapido que nos exija el desmantelamiento de nuestros aranceles".

Sobre la agricultura, que apenas se menciona en la declaración final, Fernández Norniella aseguró que "se ha consolidado la posición de que los plazos sean los previamente pactados, lo que nos garantiza que nuestra agricultura tendrá un proceso racional de liberalización".

Otros acuerdos recogidos en la declaración final son:

Negociaciones en curso. Los 128 países se comprometen a alcanzar un acuerdo en febrero próximo para liberalizar los servicios de telecomunicación. Asimismo se comprometen a reanudar las conversaciones para liberalizar los servicios financieros.

Agenda de la OMC. Compromiso para constituir grupos de trabajo que aborden las relaciones entre el comercio y la inversión directa de las empresas fuera de sus fronteras. Los grupos de trabajo abordarán también la transparencia de los mercados públicos para facilitar la competencia.

Acuerdos de la Ronda Uruguay. Se insiste en la necesidad de aplicar "en su integridad" los acuerdos de liberalización del mercado internacional firmados en Marrakech en abril de 1994. Sobre el sector textil, se reconoce la importancia de su integración en el proceso de liberalización emprendido hace dos años.

Países pobres. La OMC ha adoptado un plan para aportar "asistencia técnica" a los países pobres. La conferencia rechazó una propuesta del director general de la OMC, Renato Ruggiero, para eliminar todos los derechos de aduana que aplican los países ricos a las exportaciones de los más pobres.

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