El triunfo del Gobierno en el referéndum refuerza el sistema autoritario en Argelia

La abrumadora victoria del sí, con el 85,81% de los votos, en el referéndum constitucional celebrado el pasado jueves en Argelia parece haber cerrado definitivamente la puerta que abrió a la democracia y el multipartidismo la Carta Magna de 1989 tras el estallido social del año anterior. El régimen del general Liamín Zerual no ha tenido ningún reparo en ofrecer en los resultados oficiales un índice de participación del 79,8%, casi cinco puntos superior al de los concurridos comicios presidenciales de 1995, a pesar de que los observadores extranjeros y la prensa independiente argelina constatar...

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La abrumadora victoria del sí, con el 85,81% de los votos, en el referéndum constitucional celebrado el pasado jueves en Argelia parece haber cerrado definitivamente la puerta que abrió a la democracia y el multipartidismo la Carta Magna de 1989 tras el estallido social del año anterior. El régimen del general Liamín Zerual no ha tenido ningún reparo en ofrecer en los resultados oficiales un índice de participación del 79,8%, casi cinco puntos superior al de los concurridos comicios presidenciales de 1995, a pesar de que los observadores extranjeros y la prensa independiente argelina constataron la escasa afluencia de votantes.

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ENVIADO ESPECIAL, Reforzado en sus poderes presidenciales por una nueva Constitución que le permite controlar al Parlamento, Zerual ha lanzado a su pueblo y al mundo un mensaje claro: Argelia necesita un sistema fuerte y autoritario, ya que las reglas del juego democrático estuvieron a punto de llevar a los islamistas al poder en los comicios legislativos suspendidos a finales de 1991. La esperanza del voto del 16 de noviembre de 1995 -cuando Zerual fue democráticamente elegido por sus conciudadanos para abrir una vía que pudiese poner fin a una violencia que se ha cobrado 50.000 vidas- se ha desvanecido.La llegada a la jefatura del Estado del general Zerual, un hombre tan íntegro como hermético, inauguró en 1994 una política que combinaba la fuerza de las armas contra la guerrilla islámica y la apertura del diálogo con los partidos de la oposición democrática, el llamado Grupo de Roma. Elegido hace un año en las urnas con el 61% de los sufragios y en medio de manifestaciones populares y tiros al aire de alegría, Zerual parece haber regresado a las prácticas del sistema de partido único.

El Frente de Liberación Nacional (FLN), que tras su congreso del pasado septiembre abandonó el Grupo de Roma y se integró en el Gobierno, expresó el sábado en un comunicado de su Comité Político "su alivio ante la elevada participación" y su rechazo "a toda posición negativista, extremista o excluyente".

Agrupado en torno a la denominada mayoría presidencial, un nuevo establecimiento político parece haber surgido en Argelia en torno al FLN y a organizaciones tan poderosas como los muyahidin (ex combatientes en la guerra de liberación).

A su lado, el movimiento islamista moderado Hamás, ocupa el espacio electoral del que fue excluido el Frente Islámico de Salvación (FIS). Es dudoso, además, que a Hamás le sea aplicado el nuevo precepto constitucional que prohíbe los partidos de base religiosa.

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A la espera de la promulgación de las leyes electoral y de partidos, la llamada "oposición radical" sigue mostrándose desunida. Por ejemplo, mientras la Agrupación por la Cultura y la Democracia (RCD) de Saíd Sadi propugnó el boicoteo a las urnas, el Frente de Fuerzas Socialistas (FFS) de Hocin Ait Ahmed hizo campaña por el no. En todo caso, el resultado del referéndum en la región de la Cabilia, donde ambas fuerzas son mayoritarias, han puesto de relieve la disidencia de la población bereber frente al régimen. El nuevo texto constitucional excluye a los partidos regionales.

Entronizado en el poder, el general Zerual deberá convocar elecciones legislativas en la próxima primavera. La Asamblea Popular Nacional saldrá del sufragio universal, pero, según la nueva Carta Magna, el presidente designará libremente a un tercio de los miembros del Consejo Nacional, una Cámara alta de nuevo cuño sin cuyo visto bueno será difícil legislar, y el resto se coopta entre los cargos locales y provinciales, que no han sido democráticamente elegidos en Argelia desde hace seis años, cuando el FIS arrasó en los comicios municipales.

Parece previsible que la mayoría presidencial cope los escaños de la Asamblea, pero -"por si acaso", como explicaba ayer un diplomático occidental en Argel-, con la Constitución de 1996 el régimen cree que todo queda atado y bien atado.

La Unión Europea (UE) se ha cuidado de pronunciarse sobre el referéndum constitucional, en tanto que asunto interno argelino. El comisario para asuntos del Mediterráneo de la UE, Manuel Marín, llegó ayer a Argel, donde hoy tiene previsto firmar un protocolo financiero.

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