Rafsanyani y Kohl tratan de desactivar la crisis germano-iraní

El presidente iraní, Alí Akbar Hachemi Rafsanyani, y el jefe del Gobierno alemán, Helmut Kohl, intentaron ayer desactivar la crisis desatada por las acusaciones de los fiscales germanos de "terrorismo de Estado iraní". "Esperamos que el problema encontrará una solución satisfactoria y no dudo de que los dos países desean tener una cooperación sincera y amistosa" declaró Rafsanyani tras recibir una carta en la que Kohl le aseguraba que Alemania no quiere ofender a Irán.

, El Ministerio de Exteriores alemán hizo pública a última hora del jueves la misiva de Kohl a Rafsanyani, en un cl...

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El presidente iraní, Alí Akbar Hachemi Rafsanyani, y el jefe del Gobierno alemán, Helmut Kohl, intentaron ayer desactivar la crisis desatada por las acusaciones de los fiscales germanos de "terrorismo de Estado iraní". "Esperamos que el problema encontrará una solución satisfactoria y no dudo de que los dos países desean tener una cooperación sincera y amistosa" declaró Rafsanyani tras recibir una carta en la que Kohl le aseguraba que Alemania no quiere ofender a Irán.

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, El Ministerio de Exteriores alemán hizo pública a última hora del jueves la misiva de Kohl a Rafsanyani, en un claro intento por desactivar una crisis que adoptaba actitudes incontrolables. Desde hace más de una semana, religiosos y seminaristas islámicos en la sagrada ciudad iraní de Qom exigen disculpas a Alemania por "haber insultado el islarn".Los fiscales en el juicio por el atentado a cuatro disidentes kurdos iraníes, ocurrido en el restaurante Mykonos de Berlín en 1992, no sólo acusaron al Gobierno iraní de estar detrás de estas muertes sino que apuntaron directamente al líder espiritual, Alí Jamenei, por haber ordenado supuestamente los asesinatos.

"Deberíamos llamar sin la más mínima demora a nuestro personal diplomático en Teherán", declaró ayer Hans Otto Wilhelm, experto en asuntos interiores de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), miembro de la coalición gubernamental. Varios diputados de la CDU pidieron también el cierre de la Embajada alemana en Irán o, al menos, la retirada de todos los diplomáticos.

Múltiples manifestaciones

"Nos encontramos ante una situación en la que Irán está tratando por todos sus medios de reducir las tensiones y apaciguar los ánimos. Reacciones como la petición de romper las relaciones no tienen sentido en la actualidad", declaró a su vez el presidente del comité de Exteriores del Parlamento alemán, Karlheinz Hornhues.En los últimos días se han sucedido las manifestaciones de iraníes ante la Embajada alemana en Teherán, hacia cuya sede han lanzado tomates y huevos, y se ha pedido que se condene a muerte a os fiscales del llamado caso Mykonos. Ayer, sin embargo, los estudiantes se limitaron a cantar las consignas de "¡Muerte a EE UU!" y "¡Muerte a Israel! .

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"Este asunto no debe escapar del control de los dos Gobiernos y caer en manos de otros", destacó Rafsanyani durante la plegaria semanal de los viernes en la universidad de Teherán. El jefe del Estado recordó que los enemigos de Irán son EE UU e Israel y hizo hincapié en que son agentes de esos dos países los que presionan al Gobierno alemán. "Los agentes de Satán trabajan muy duro por convertir la cooperación en conflicto", subrayó.

Alemania es el principal socio económico de Irán y se ha opuesto siempre al aislamiento de ese país que pretende EE UU.

Mientras, el embajador iraní en Bonn, Seyen Hosain Musavian, advirtió al Gobierno y al tribunal que juzga a los acusados de que se producirá una "profunda crisis" en las relaciones bilaterales entre los dos países si el tribunal se pronuncia de la misma forma que los fiscales.

Kohl, en su misiva, indicó que ni el Gobierno ni la justicia alemana "quieren herir los sentimientos religiosos" del pueblo iraní y de su "dirección espiritual". A pesar de ello, hizo hincapié en la "independencia" de la justicia alemana y destacó que el juicio "no es político".

Los fiscales piden cadena perpetua para los dos principales acusados: el iraní Karem Darabi, presunto miembro de los servicios secretos iraníes (Vevak), como supuesto organizador del atentado, y el libanés Abas Rayel, supuesto autor material de los disparos. El embajador Musavian indicó que el Gobierno iraní estudia presentar una querella formal en un tribunal alemán o internacional contra los fiscales del caso.

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