Garzón se niega a entregar al juez militar los 'papeles de Perote', pese al exhorto del Supremo

El magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha negado al juez togado militar Jesús Palomino los papeles que incautó el 8 de febrero en la celda del ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid Juan Alberto Perote, a pesar de que el Tribunal Supremo exhortó el pasado 24 de octubre a ambos jueces a colaborar entre sí en sus respectivas investigaciones. Garzón, que registró la celda de Perote en las diligencias abiertas por el caso Oñederra, referido al primer asesinato de los GAL y a otras numerosas acciones de guerra sucia contra el terrorismo, se ha negado a facilitar al juez la doc...

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El magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha negado al juez togado militar Jesús Palomino los papeles que incautó el 8 de febrero en la celda del ex jefe de la Agrupación Operativa del Cesid Juan Alberto Perote, a pesar de que el Tribunal Supremo exhortó el pasado 24 de octubre a ambos jueces a colaborar entre sí en sus respectivas investigaciones. Garzón, que registró la celda de Perote en las diligencias abiertas por el caso Oñederra, referido al primer asesinato de los GAL y a otras numerosas acciones de guerra sucia contra el terrorismo, se ha negado a facilitar al juez la documentación solicitada, alegando que el sumario está declarado secreto, según fuentes de la Audiencia Nacional.

Este secreto de las actuaciones no impidió a Garzón entregar transcripciones de presuntos documentos del Cesid en poder de Perote al magistrado Javier Gómez de Liaño, instructor del caso Lasa-Zabala, y al juez de San Sebastián, que investiga la muerte de Lucía Urigoitia.La celda de Perote en la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid) fue registrada dos veces: la primera, por Garzón, el pasado 8 de febrero; y la segunda, por el juez militar, el 27 de junio. En ambas ocasiones, los jueces se llevaron abundante documentación que el coronel guardaba en su poder. El magistrado de la Audiencia Nacional incorporó el material requisado al sumario del caso Oñederra, mientras que el juez militar lo incluyó en las diligencias abiertas contra Perote por tenencia ilícita de información clasificada.

Tras el registro de Garzón, el juez castrense le solicitó copia de la documentación incautada, pero el primero se negó a facilitársela alegando el secreto del ,sumario. Tras el registro de Palomino, fue Garzón quien realizó la misma solicitud, recibiendo idéntica respuesta de Palomino.

El titular del juzgado central de instrucción número 5 interpuso entonces un conflicto de jurisdicción ante el Tribunal Supremo contra su colega de la jurisdicción castrense, con el argumento de que, al ser más graves los delitos investigados por la Audiencia Nacional, todo el caso debería pasar a sus manos. El pasado 24 de octubre, el Supremo resolvió el contencioso en favor del juzgado castrense, por considerar que el sumario instruido por Palomino se refería a un delito específicamente militar.

En su resolución, el Supremo no se limitó a dar la razón a Palomino, sino que recordó a ambos "la necesaria colaboración que ha de haber entre distintos organismos jurisdiccionales".

A pesar del exhorto del Supremo, la respuesta de Garzón a la nueva petición de Palomino ha vuelto a ser negativa.

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Garzón se llevó de la celda de Perote un relato novelado que contenía transcripciones textuales de los supuestos papeles del Cesid sobre la guerra sucia, que sirvieron para pedir al Gobierno su desclasificación. Palomino, de su parte, se llevó parte de dicho relato novelado, así como un índice de presuntos documentos secretos y copias de cuatro de las microfichas que sustrajo Perote. Una de estas copias, de un documento clasificado de la OTAN, intentó comérsela Perote durante el registro.

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